Los planes
del gobierno de BComú-PSC son eliminar el aparcamiento subterráneo
en las nuevas viviendas dotacionales y en establecimientos comerciales
inferiores a 1.300 metros cuadrados y que las actuales cuotas mínimas
para las futuras viviendas privadas, oficinas y hoteles pasen a ser máximas.
La comisión
dio el visto bueno a la propuesta con los votos a favor de BComú,
PSC y la CUP, en contra de Demòcrata y PP y la abstención
de Cs, ERC y del concejal no adscrito Gerard Ardanuy.
Toda la oposición,
excepto la CUP, coincidió en considerar que la iniciativa no contribuirá
a desincentivar el uso del vehículo privado e insistió en
que lo que hay que favorecer es que los coches dejen de ocupar espacio
público en superficie.
“No incentivaremos
con más plazas de las necesarias”, defendió la teniente de
alcalde de Urbanismo, Ecología y Movilidad, Janet Sanz y recordó
que desde entonces se han aprobado planes de movilidad, reglamentos, legislación
de carácter ambiental y ha mejorado la oferta de transporte público.
Solo la CUP y el concejal no adscrito Gerard Ardanuy apoyaron la aprobación.
ERC y Ciutadans se abstuvieron. Y el grupo Demòcrata y PP votaron
en contra.
La actualización
de las normas urbanísticas del Plan General que regula el aparcamiento
prevé reducir a una cuarta parte las plazas en edificios de vivienda
protegida (de una plaza por piso, a una por cada cuatro); elimina las plazas
en vivienda dotacional y equipamientos de proximidad y reduce drásticamente
las previstas en comercios y centros comerciales. Respecto a los edificios
de pisos de promoción privada, oficinas u hoteles, sitúa
como máximas las plazas que en la anterior normativa consideraba
mínimas.
Sanz recordó
que las políticas municipales van encaminadas a reducir el uso del
vehículo privado y a Martí y Mulleras les espetó:
“Hay que romper la idea de que cada familia tenga un coche” en favor de
otros sistemas de tenencia.
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