El consejero
de Medio Ambiente y Ordenación del Territorio, José Fiscal,
ha afirmado en el Parlamento que el Gobierno andaluz no va a avalar un
aumento de la edificabilidad residencial, en función del número
de habitantes por vivienda, que ocasione perjuicios ambientales, y que
disminuya la calidad de vida de la mayoría de los ciudadanos en
beneficio de unos pocos. En este sentido, ha dejado claro que la Junta
de Andalucía no aceptará modelos que se alejen de las pautas
de sostenibilidad urbana por las que apuesta el Ejecutivo andaluz.
No obstante,
ha explicado que la consejería valorará, de forma excepcional,
las necesidades especiales de municipios que sean peculiares y que precisen
una estructura distinta, para lo cuál se estudiarán los informes
que se realicen. Hay que destacar que la variación del coeficiente
habitante por vivienda deberá estar siempre incluido en el Plan
Municipal de Vivienda y Suelo y no provocar una disminución de la
calidad ambiental a causa del crecimiento de las zonas residenciales.
Fiscal ha recordado
que, en estos momentos, se está tramitando una nueva modificación
de la Ley de Ordenación Urbanística de Andalucía (LOUA),
en la que es posible introducir criterios objetivos y consensuados que
permitan una regulación que especifique con claridad qué
condiciones y trámites deben darse para que un municipio pueda variar
en su Plan de Vivienda y Suelo el coeficiente de 2,4 habitantes por vivienda.
Una cifra que se fijó en la Orden de 2008 para el cálculo
poblacional derivado de las viviendas previstas en los instrumentos de
planeamiento urbanístico y ajustada al supuesto número medio
de personas que hoy conforman un hogar.
Este coeficiente,
que según las previsiones de ocupación de hogares subirá
ligeramente a medio plazo, ha servido de guía estos años
para que la planificación urbanística adecuara el número
de viviendas previstas a la población real. No en vano, el propio
Pacto Andaluz por la Vivienda y la Mesa de Concertación Social de
Andalucía acordaron que el crecimiento urbanístico se adaptara
a la evolución real de la población y al tamaño actual
de los hogares andaluces.
En este sentido,
Fiscal ha explicado que en el supuesto de que un plan municipal de vivienda
y suelo propusiera un aumento de esta ratio, debería justificar
con claridad la razón por la que en un municipio se dan condiciones
excepcionales que concluyan que el número de habitantes por vivienda
es inferior a la media autonómica y nacional.
En el transcurso
de su intervención, el consejero ha informado que el Instituto Nacional
de Estadísticas baraja que este índice suba al 2,6 para 2023,
una cifra muy similar a la que establece la citada orden y que va a permitir
que, al menos en este punto, la planificación urbanística
se realice con una base y con criterios sólidos a la hora de diseñar
una ciudad.
En esta línea,
el titular de Medio Ambiente ha dejado claro que la ocupación de
los hogares andaluces no podrá ser utilizada con carácter
general como argumento para que el mercado de viviendas aumente por encima
de las necesidades reales.
APORTACIONES
DE PARTIDOS POLÍTICOS. EQUO Andalucía
La coportavoz
de EQUO Andalucía y parlamentaria, Carmen Molina, ha detallado que
entre las aportaciones de EQUO a la modificación de la LOUA se encuentra,
por ejemplo, la petición de que se establezca en la ley que
la elaboración de una Estrategia de Desarrollo Urbana Sostenible
e Integrada, de rango municipal o supramunicipal, “sea requisito previo
a la redacción de un plan de ordenación urbana”, o desarrollar
herramientas de evaluación y planificación con criterios
de género y generación.
EQUO propone
asimismo reglamentar la participación ciudadana en la elaboración
y desarrollo del planeamiento urbano, asegurar la coherencia de los
planes urbanísticos con los planes territoriales regionales y subregionales,
orientar los planes de vivienda a la activación de la vivienda vacía
a precio asequible para la población y a la rehabilitación,
con prioridad a la rehabilitación de barrios, o agilizar la desclasificación
de suelos urbanizables no desarrollados, entre otras medidas.
“Las aportaciones
que hacemos de cara a la modificación de la ley buscan además
agilizar la transformación del espacio público de nuestras
ciudades para destinar la mayor parte del mismo a los peatones, cualificando
estos espacios para que sean accesibles y vivos; implementar medidas para
recuperar el modelo de la ciudad mediterránea, compacta y compleja;
y recuperar y regular la agricultura urbana y periurbana, mediante la fórmula
de los parques agrarios y huertos urbanos”, ha explicado la coportavoz
de EQUO Andalucía, que ha participado activamente en la elaboración
de estas propuestas junto a otras personas de EQUO como Esteban de Manuel,
coportavoz de la formación en Sevilla y arquitecto con una amplia
trayectoria en gestión social del hábitat.
Así,
las propuestas del partido verde buscan alumbrar “una ley que posibilite
un urbanismo sostenible que disminuya nuestra huella de carbono y mitigue
los efectos del cambio climático” y que “posibilite un nuevo modelo
productivo y de consumo, basado en la economía circular y local”.
El modelo urbanístico
de EQUO aspira a “recuperar las ciudades para las personas”, desarrollando
redes de movilidad sostenible - particularmente mediante la alianza bicicleta
y transporte público-, avanzando hacia la peatonalización
con criterios de accesibilidad universal, de género y de generación,
acelerando la transición del modelo energético hacia el 100%
renovable, y priorizando la rehabilitación de barrios como ámbito
idóneo para ensayar procesos de transición a la sostenibilidad.
En este sentido,
desde EQUO también se han referido hoy a la nueva edición
del Plan de Construcción Sostenible anunciada por el Gobierno andaluz
y que contempla una inversión de 75 millones de euros para financiar
proyectos de eficiencia energética. “Efectivamente creemos que éste
es el camino que debe tomarse, la rehabilitación y los proyectos
de rehabilitación en viviendas y edificios deteriorados o ineficientes”,
ha señalado Molina.
Para EQUO,
el esfuerzo inversor de la Junta de Andalucía debe centrarse y ser
aún mayor en este tipo de planes e iniciativas “con los que además
de conseguir resultados a largo plazo, creando ciudades más eficientes
y sostenibles, se generan empleos verdes”.
ANTECEDENTES
15 de marzo de 2017
NOTICIA
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REFORMA
DE LA LEY DEL SUELO DE ANDALUCÍA
¿Qué
aprendo?
Se analiza
en la guía práctica inmoley.com del Urbanismo de Andalucía.
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conocimiento en valor añadido > Herramienta práctica >Guías
prácticas
Los alumnos
deberán remitir a su tutor un análisis sobre las precauciones
en materia de parcelación urbanística con la reforma de la
LOUA.
La Junta
ha iniciado el proceso para la modificación de la Ley de Ordenación
Urbanística de Andalucía (LOUA) mediante unas jornadas con
las que pretende recabar aportaciones para el nuevo texto. Bases para un
nuevo urbanismo en Andalucía es el título de las jornadas
en la que intervienen colegios profesionales, ayuntamientos, partidos políticos,
representantes de los consumidores, empresarios, sindicatos y todos los
agentes relacionados con el urbanismo. El objetivo de estos encuentros
es intercambiar experiencias sobre el grado de cumplimiento de esta norma
y las líneas maestras que debe seguir su reforma. En definitiva,
con esta iniciativa se pretende promover la participación de los
principales actores que participan en esta actividad para que expongan
las directrices que deben inspirar la nueva ley urbanística de Andalucía.
La actual Ley de Ordenación Urbanística de Andalucía
(LOUA) necesita de una modificación para que se simplifiquen y agilicen
los trámites administrativos, y para que se adapte definitivamente
a los nuevos tiempos. Desde la Junta de Andalucía se entiende que
dada su complejidad, es imprescindible contar con la opinión y participación
de todos los actores que intervienen en el urbanismo, de ahí que
se abra este proceso participativo.
Entre las
causas que han motivado la revisión de la LOUA destacan la crisis
económica actual, la necesidad de agilizar la tramitación
de los procedimientos urbanísticos y de restarles complejidad, así
como las numerosas reformas que ha sufrido el texto desde su entrada en
vigor en 2002. No en vano, la modificación de esta ley, aprobada
por el Parlamento andaluz en julio de 2016, ya incluía dos disposiciones
finales relativas a la simplificación y unificación de la
normativa urbanística y a su desarrollo reglamentario.
Desde la
Consejería de Medio Ambiente y Ordenación del Territorio
se tiene claro que la LOUA necesita una revisión, tanto por los
plazos de tramitación actuales, que supone que un Plan General de
Ordenación Urbana (PGOU) se resuelva en más de ocho años,
como por la necesidad de profundizar en el principio de autonomía
local, ya hay decisiones urbanísticas que se abordan mejor en el
ámbito local.
Asimismo
ha incidido en que con la nueva LOUA se aspira a reducir los plazos actuales
de tramitación a la mitad, de manera que la elaboración de
un PGOU pueda sustanciarse en los cuatro años que comprenden un
mandato municipal.
El objetivo
a partir de ahora pasa por construir el consenso necesario para iniciar
esa revisión, ya que se trata de dotar de un nuevo marco a una actividad
como la urbanística que tanta incidencia tiene sobre el territorio,
la economía, el empleo, los ayuntamientos y los ciudadanos.
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