El crédito
del BEI, a 30 años, cubrirá el 50% del coste de los proyectos
de 23 promociones de pisos previstos en el Plan municipal de Derecho de
Vivienda 2016-2030. Suponen una cuarta parte de los 8.000 que el Plan prevé
construir antes de 2025. El Ayuntamiento cubrirá otro 31% del coste
y el 19% restante será aportado por otras entidades públicas
o privadas. La previsión del ayuntamiento es avalar la inyección
financiera en el pleno del mes de junio y firmar el crédito antes
del verano
Las mayoría
de las 23 promociones financiadas al 50% por el BEI estarán ubicadas
en barrios de la periferia de la ciudad, en especial en los distritos de
Sants-Montjuïc, Sant Andreu , Nou Barris y Sant Martí. Serán
bloques de alta eficiencia energética y se destinarán a personas
mayores y familias con dificultades para acceder al mercado libre de viviendas,
que en ambos casos pagarán un alquiler variable en función
de su ingresos. Algunas de las promociones están en fase de redacción
del proyecto, mientras que otras están ya en fase de concurso o
a punto de iniciarlo.
El ayuntamiento
ha destacado que la participación del BEI "suplanta la inexistencia
de una banca pública a la que recurrir". Ni en Cataluña ni
en España, afirma, puesto que ni el Instituto Catalán de
Finanzas ni el Instituto de Crédito Oficial otorgan créditos
para promover alquiler público. La concesión definitiva del
crédito ahora aprobado por el BEI, necesitará el aval político
del pleno de junio y la operación podría firmarse antes de
las vacaciones de verano.
El Ayuntamiento
engloba esta operación en su "nueva política municipal de
relación con las entidades financieras que quiere favorecer, desde
el liderazgo público, una economía más plural e incorporar
nuevas tipologías de entidades financieras en la gestión
municipal como cooperativas o entidades de banca ética". El único
precedente en España data del año pasado, con un crédito
de 40 millones que el BEI otorgó a una sociedad de Navarra para
construir viviendas sociales y energéticamente eficientes.
Los criterios
del BEI para otorgar subvenciones para hacer vivienda son muy exigentes,
asegura el Ayuntamiento. Deben ser proyectos con vocación social
(pisos para personas que no tienen acceso al mercado privado, como mayores
o familias sin recursos) y construcciones con elevados estándares
de calidad ambiental.
El objetivo
municipal es tener un parque público de alquiler para personas inscritas
en el registro de solicitantes, pero de gestión mercantil. Es una
de las medidas del ambicioso —se extiende hasta 2025— Plan por el Derecho
a la Vivienda que presentó el ejecutivo. El plan promete atender
las emergencia, garantizar el buen uso de las viviendas, rehabilitación
y construir 8.000 pisos de alquiler hasta 2020. Para toda la década
la previsión presupuestaria del plan es de 1.666 millones de euros,
un 77% más de media anual que en el plan anterior (2008-2015). El
concejal de Vivienda, Josep Maria Montaner considera que el plan tiene
en cuenta las necesidades de los distritos y que creará 29.000 empleos.
REQUISITOS
Los 8.096 pisos
con los que el Ayuntamiento quiere ampliar el parque asequible en 2020
pasan por los que se construyan gracias a un amplio abanico de fórmulas:
el planeamiento en curso; los dotacionales (para colectivos como personas
mayores en suelo de equipamientos); construidos por el Patronato Municipal
de la Vivienda; en derecho de superficie sobre suelo municipal; por cooperativas
de cesión de uso; comprados por el Ayuntamiento mediante el derecho
de tanteo y retracto o movilizando pisos que cedan particulares, sean vecinos
o grandes propietarios. Incluso prevé construir vivienda social
en remontas (sobre edificios ya construidos) o en locales comerciales vacíos.
La otra fórmula es la futura empresa, inspirada en las housing asociations,
Asociaciones de Vivienda que existen en países como Holanda, Francia,
Austria o el Reino Unido.
EL SUELO
En Barcelona,
las grandes bolsas de suelo público se concentran en pocas zonas
y casi el 80% del potencial de 20.000 pisos protegidos está en los
distritos de Sants Montjuïc, Sant Andreu o Sant Martí, que
son las áreas donde ya existe más oferta pública.
De todas, con diferencia, el mayor paquete está en La Marina, en
la Zona Franca, donde están previstos más de 4.500. Por ello
el plan prevé crear vivienda en suelo urbano consolidado, la trama
construida de la ciudad. Mediante modificaciones del planeamiento el plan
municipal prevé convertir en viviendas locales comerciales. “Locales
que no sean determinantes para el tejido comercial”, indicó
El plan quiere
redoblar los esfuerzos en los programas ya existentes para captar pisos
de pequeños propietarios. Ayudarles si hay que hacer alguna reforma
y garantizar el pago de la renta por parte de los inquilinos. Para captar
pisos de grandes propietarios (como la Sareb o entidades financieras) se
firmarán convenios como los ya firmados.
Los instrumentos
que tiene el Ayuntamiento para comprar pisos y destinarlos al alquiler
público es ejercer el derecho de tanteo y retracto (compra preferente)
o a entidades financieras a través de convenios, además del
mercado privado. Más allá de la construcción, compra
y captación de pisos para incrementar el parque de alquiler, el
Plan por el Derecho a la Vivienda también contempla medidas en materia
de rehabilitación valoradas en 150 millones de euros.
EVITAR USOS
ILEGALES DE LA VIVIENDA
La vivienda
debe cumplir su función social, de modo que el plan insiste en garantizar
esta función y evitar usos anómalos, como viviendas mal conservadas,
desocupadas o sobreocupadas. Este capítulo prevé sanciones,
como las que ya se han interpuesto a bancos que tienen pisos vacíos.
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