En su intervención,
ha repasado el contexto actual del sector inmobiliario y cómo Anticipa
ha gestionado el proceso de transformación y re-enfoque estratégico
para convertirse, según ha destacado, en uno de los líderes
de la gestión de deuda hipotecaria en España, así
como una de las mayores plataformas de vivienda en alquiler.
Así,
en un contexto en que las entidades financieras disponen de muchas carteras
de activos improductivos de los que necesitan desprenderse para sanear
sus cuentas de resultados, la estrategia de Anticipa ha consistido --ante
la adquisición de carteras-- en ir más allá y en crear
valor para el accionista.
Ha argumentado
que en el servicing bancario, la empresa actúa como mero proveedor
de servicios para un tercero o terceros, encargándose de realizar
la gestión de las carteras, mientras que en Anticipa se apuesta
por la creación de valor para el accionista.
"Participamos
desde el primer momento en la búsqueda de nuevos porfolios, en su
valoración y, posteriormente, en una gestión eficiente, tanto
del punto de vista financiero como inmobiliario que maximice el valor",
ha constatado.
Anticipa Real
State, constituida en 2004 tras pasar a manos del fondo estadounidense
Blackstone, ha ido evolucionando y ha pasado de ser 'servicer' que gestionaba
activos para terceros a ser plataforma de gestión inmobiliaria y
de préstamos hipotecarios.
La firma quiere
convertirse en una de las mayores plataformas de alquiler residencial de
España y prevé gestionar a finales de este 2017 un total
de 17.000 pisos en alquiler.
Según
Mendiluce, Anticipa ha duplicado su tamaño en dos años y
su crecimiento se ha basado en las oportunidades que ofrece el mercado
para la adquisición de carteras provenientes de entidades financieras,
lo que también ha impactado en su plantilla de 360 profesionales.
La cartera
de alquiler de Anticipa ha crecido a un ritmo de 400 inmuebles al mes,
hasta alcanzar los 12.000 inmuebles gestionados: "Contamos con una cartera
ordenada, con una rentabilidad de mercado y con capacidad para seguir creciendo
incorporando más viviendas".
En cuanto a
la rentabilidad de este tipo de inversión, ha augurado que "los
tipos de interés a corto plazo continuarán en niveles reducidos,
por lo que la inversión en el sector inmobiliario seguirá
ofreciendo unas tasas de retorno favorables".
En 2016, la
inversión inmobiliaria en España superó los 14.000
millones de euros y llegó a un máximo histórico, y
en el primer trimestre de 2017 esta tendencia inversora continúa.
"En estos momentos,
tanto el mercado residencial como de oficinas, ofrecen buenas oportunidades
de inversión y esta situación se mantendrá en un entorno
económico favorable" ha concluido Mendiluce.
EL PRIVATE
EQUITY EN ESPAÑA
Las gestoras
independientes de capital privado inmobiliario (private equity real estate)
están registradas en la CNMV como SGEIC (Sociedad Gestora de Entidades
de Inversión Colectiva de tipo cerrado). Están especializadas
en la creación y gestión de vehículos de inversión
inmobiliarios.
Su área
de inversión son edificios que necesitan de una puesta en valor
y adecuación a la demanda actual.
gestionan activos
inmobiliarios de los vehículos de inversión (fondos o socimis)-
Para poder
ofrecer la mayor rentabilidad al menor riesgo posible a sus inversores,
basan su estrategia en 3 pilares fundamentales:
1)
generar un deal flow relevante para poder seleccionar los mejores activos,
2) crear valor
mediante la rehabilitación (en mayor o menor medida) de los activos
y una adecuada gestión de los inquilinos y
3) gestionar
el proceso de desinversión de los activos de forma atomizada.
CAPITAL
PRIVADO INMOBILIARIO (PRIVATE EQUITY REAL ESTATE)
El capital
privado inmobiliario (private equity real estate) es considerado una clase
de activo consistente en la inversión en capital o deuda con subyacente
inmobiliario. Estas inversiones habitualmente suponen una estrategia de
gestión activa desde un moderado reposicionamiento del activo, realquiler
de propiedades, hasta el desarrollo de promociones inmobiliarias o grandes
ámbitos urbanísticos.
Las inversiones
son realizadas habitualmente a través de fondos de capital privado
inmobiliarios, que son estructuras de inversión colectiva, que agrupan
capital de diferentes inversores. Estos fondos habitualmente tienen una
duración de diez años distribuidos en 2-3 años de
inversión, durante los cuales se realizan las adquisiciones de activos,
y unos periodos de gestión de los activos en los que mediante una
gestión activa se crea valor hasta que finalmente este es realizado
durante los últimos dos años, habitualmente llamados periodo
de liquidación.
Hay una larga
historia de inversión institucional en el sector inmobiliario, tanto
a través de inversión directa como indirecta, a través
de fondos y/o vehículos de inversión. Al principio, la inversión
institucional se realizaba sólo con estrategia "core", cuando las
condiciones de los mercados cambiaron en los años noventa, empezaron
a emerger los llamados fondos oportunistas y fondos de Valor añadido,
dirigidos a aprovechar las oportunidades que la caída de precios
inmobiliarios ofrecía, adquiriendo activos con descuentos relevantes
y creando valor en los mismos a través de una gestión activa.
El capital privado inmobiliario apareció como una clase de activo
independiente a comienzos del siglo XXI y ha experimentado un gran crecimiento
en los últimos años.
NIVELES
EN LA GESTIÓN DEL CAPITAL PRIVADO INMOBILIARIO
Dentro de la
gestión de inversiones inmobiliarias identificados tres niveles:
la gestión de capital, la gestión de activos y la gestión
inmobiliaria propiamente dicha.
Gestión
de Capital o también llamada Gestión de Fondos/ Inversiones:
Con visión más estratégica, el gestor de fondos se
encarga de las principales cuestiones relacionadas con los inversores y
las inversiones: estructuración del fondo, definición del
gobierno corporativo, relaciones con inversores, adquisiciones y ventas
de activos, administración del fondo desde lanzamiento hasta la
liquidación.
Gestión
de Activos: El gestor de activos se encarga de las diferentes disciplinas
relativas a la gestión del activo inmobiliario desde el momento
de la inversión hasta la venta. El proceso es esencialmente de naturaleza
táctica. El asset manager supervisa y coordina las siguientes actividades:
adquisición del inmueble, gestión inmobiliaria, alquileres,
reporting financiero y operativo (incluyendo presupuestos operativos),
valoraciones, auditorías, revisiones de mercado, contabilidad y
refinanciaciones y ventas de activos.
Gestión
Inmobiliaria: El Gestor Inmobiliario se encarga de la gestión operativa
de los inmuebles. Es la gestión del equipamiento, instalaciones,
y los activos físicos. La gestión inmobiliaria, engloba los
procesos, sistemas y recursos humanos necesarios para gestionar el ciclo
de vida de los inmuebles incluyendo adquisición, control, contabilidad,
mantenimiento, utilización y venta.
ESTRATEGIAS
Los fondos
de capital privado inmobiliario, siguen generalmente tres tipos de estrategias
de inversión: Core y Core-plus, Valor añadido o "Value Added"
y finalmente estrategias de inversión Oportunistas.
Estrategias
de Inversión
-
Core y Core Plus:
Es una estrategia de ratios riesgo/rentabilidad moderados. El fondo habitualmente
invertirá en propiedades "core" aunque algunas de ellas requerirán
ciertas mejoras. Por propiedades core, nos referimos a aquellos inmuebles
bien ubicados, de construcción reciente y con un alto nivel de ocupación
de inquilinos cuya calidad crediticia sea alta. La rentabilidad en estas
inversiones es obtenida principalmente por unos ingresos recurrentes de
alquileres y una baja plusvalía cercana a la inflación.
-
Valor Añadido
o Value Added: Es una estrategia de inversión de ratio riesgo/rentabilidad
medio-alto. Esta estrategia requiere comprar un inmueble, mejorarlo de
alguna forma (reformas, cambio de inquilinos, etc.) y su venta en el momento
oportuno generando una plusvalía. Los inmuebles son considerados
"Valor Añadido" cuando presentan problemas operacionales o de gestión,
requieren mejoras físicas y o sufren de restricciones de capital
o deuda.
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Oportunista: Esta
es una estrategia de ratio riesgo/rentabilidad alto. Los inmuebles requerirán
de un alto grado de mejoras. Estas estrategias pueden conllevar inversiones
en promociones, en suelo, incluso suelo agrícola y en inmuebles
centrados en nichos de mercado.
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