Vicent Sarrià,
concejal de Urbanismo de Valencia y consejero de la sociedad ferroviaria
-donde están presentes las tres administraciones públicas
(estatal, autonómica y local), ha señalado que una comisión
técnica estudia desde hace meses los trazados alternativos para
que el proyecto se ejecute en su totalidad; es decir, el canal de acceso,
de un kilómetro de longitud, la estación, ya sea la diseñada
por el arquitecto César Portela u otra diferente, y el túnel
pasante, de unos seis kilómetros.
"Estamos dispuestos
a facilitar la ejecución, a valorar otras posibles soluciones a
la original. donde todo el proyecto se ejecutaba en una sola fase", ha
dicho Sarrià, pero antes, señala el edil, "debemos saber
si hay voluntad política en Fomento para que cuando se decida la
alternativa, se establezca un cronograma y las inversiones".
El concejal
de Urbanismo ha dicho que hay que tener en cuenta que Valencia, como "tercera
ciudad de España, tiene que resolver cuanto antes este problema"
para hacer posible la entrada del AVE hasta el centro de la ciudad, el
soterramiento de la playa de vías que la divide y la creación
sobre ese espacio de un parque de más de 200.000 metros cuadrados,
el parque de Gustafson, que se ejecuta en una primera fase.
El proyecto
de reordenación ferroviaria, que va acompañado de una operación
urbanística en la superficie que queda libre tras el soterramiento
de las vías, se aprobó en 2006, pero en 2013, en un contexto
de crisis y recortes presupuestarios, Fomento empezó a cuestionar
el proyecto por su alto coste.
La operación,
prevista en varias fases, se estima que tendría un coste económico
superior a los 2.000 millones de euros.
LIMITACIONES
PRESUPUESTARIAS
El ministro
de Fomento, Íñigo de la Serna; el alcalde de Valencia, Joan
Ribó, y la 'consellera' de Infraestructuras, María José
Salvador, anunciaron un principio de acuerdo para acometer el última
gran actuación urbanística de la ciudad, la que debe hacer
desaparecer del centro urbano las vías del tren en superficie para
transformarlas en una gran zona verde, ajardinada y accesible al ciudadano.
Debido a las
limitaciones presupuestarias de Fomento, tanto Ribó como Salvador
han aceptado el plan presentado por el ministro a cambio de agilizar las
obras de lo que se conoce como canal de acceso (el túnel que debe
llegar hasta las estaciones actuales).
El ministro
se ha comprometido además a iniciar el estudio informativo del llamado
túnel pasante (que cruza la ciudad y ampliará la capacidad
de tránsito para evitar un cuello de botella en el futuro Corredor
Mediterráneo), y ha despejado sine díe la sustitución
de la actual estación 'provisional' Joaquín Sorolla por la
edificación semisubterránea proyectada hace ya varios años
por César Portela.
En conjunto,
todo el proyecto tiene un coste estimado de 2.200 millones de euros. Según
De la Serna, su departamento asumirá en solitario en el futuro los
más de 850 millones que cuesta la segunda fase de la operación
Parque Central, el túnel pasante, aunque el ministro evitó
comprometer plazos y las estimaciones de finalización de los trabajos
van más allá de los 15 años. En primera instancia,
Fomento se compromete a garantizar 170 millones, el 50% de los 339 millones
que cuesta ejecutar el canal de entrada y las obras de ajardinamiento,
que podrían estar ejecutados en ochos años (2024-2025). Sí
serán simultáneos la elaboración de los estudios informativos
y los proyectos de obras.
La sociedad
tripartita Valencia Parque Central será la responsable de ejecutar
esa primera fase del proyecto. El 50% restante de la financiación
debe repartirse entre la Generalitat y el ayuntamiento valenciano. Pero
una parte importante de este dinero saldrá de la revalorización
y las plusvalías que genere la liberación de suelo. El soterramiento
dejará libres miles de metros cuadrados de suelo, de los cuales
la mayoría formará parte del proyecto paisajístico
diseñado por Kathryn Gustavson, mientras el resto se destinará
a una torre de oficinas y residencial.
REPARCELACIÓN
URBANÍSTICA
El Ayuntamiento
de Valencia tiene pendiente aprobar la reparcelación de los espacios
para poder iniciar su comercialización y testar el mercado. Tasaciones
realizadas en 2014 por Valencia Parque Central cifraban en 255 millones
de euros la venta de suelos de origen ferroviario en el conjunto del proyecto.
Pero, de esta cantidad, solamente 58 millones se corresponderían
con las enajenaciones de terrenos de la fase cuya ejecución se va
a activar ahora. Los restantes 197 millones podrían obtenerse en
caso de desmontar la actual estación Joaquín Sorolla y construir
la Estación Central de César Portela.
En conjunto,
la operación Parque Central prevé hacer reparcelaciones de
más de 600.000 metros cuadrados, de los que algo más de 73.000
se destinan a parcelas privadas para usos residenciales con más
de 4.000 viviendas.
ANTECEDENTES
16 de octubre
de 2015
NOTICIA
ADAPTADA AL SISTEMA EDUCATIVO inmoley.com DE FORMACIÓN CONTINUA
PARA PROFESIONALES INMOBILIARIOS. ©
REACTIVACIÓN
URBANÍSTICA DEL PARQUE CENTRAL DE VALENCIA
¿Qué
aprendo?
Se analiza
en la guía práctica inmoley.com del director de suelo y guía
del urbanismo de la Comunidad Valenciana. La sociedad Parque Central, participada
por el Ministerio de Fomento, la Generalitat y el Ayuntamiento, podrá
a la venta las primeras pastillas de suelo residencial para la construcción
de nuevas viviendas en el marco de esta macrooperación urbanística,
que ya ha comenzado a desarrollarse en el núcleo de la capital valenciana,
según el director general de esta entidad, Salvador Martínez.
Son 4 parcelas que se reactivarán en esta primera fase una vez se
haya liberado el uso ferroviario. Con 135.000 metros cuadrados de techo
edificable, los técnicos prevén la construcción de
más de un millar de inmuebles, que se distribuirán en cuatro
zonas muy delimitadas a ambos márgenes de la playa de vías.
El objetivo es que la reparcelación pueda aprobarse a lo largo de
2016, con el fin de que el suelo esté urbanizado un año después,
en 2017. Las cuatro pastillas residenciales se ubican en áreas ya
consolidadas del núcleo urbano de los barrios de Russafa y Malilla,
y en las calles Doctor Gil y Morte y Maestro Sosa. La titularidad de las
parcelas que componen este ámbito de actuación es tanto privada
como pública, y se pondrá en venta.
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prácticas
«Ahora
no se generá un barrio nuevo, sino que se trata de cerrar espacios
vacíos», aseguró el director general de Parque Central,
que este miércoles participó en una jornada sobre perspectivas
inmobiliarias organizada por Urbe, que arranca el próximo viernes
en Feria Valencia. La entidad pública, en la que participan las
tres administraciones, considera estratégica esta primera operación
inmobiliaria, que aportará plusvalías para sufragar, al menos
de forma parcial, parte de los trabajos previstos.
Será
«la primera piedra de toque» para determinar el interés
del sector inmobiliario (que aún está sufriendo los efectos
del estallido de la burbuja del ladrillo) por un suelo urbano que a priori
se sitúa en una de las zona más atractivas de la ciudad,
a las puertas del centro.
Las plusvalías
urbanísticas deberían contribuir de forma decisiva a abaratar
el coste de la inversión estatal. De ahí que en la Sociedad
Parque Central no haya ninguna prisa para sacar más suelo al mercado.
Martínez admitió que la mayor parte aún tendrá
que esperar. Para entonces se espera que el mercado inmobiliario se haya
recuperado, lo que redundará en mayores beneficios.
La Comunidad
Valenciana y el ayuntamiento han acordado pedir más fondos al Ministerio
de Fomento.
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