El proyecto,
finalmente, introduce un volumen arquitectónico en el perfil de
la Costa del Sol, cuyo paisaje está marcado por la presencia del
mar y la montaña.
El arquitecto
José Seguí, responsable del proyecto, considera que en un
año se podría completar esta tramitación, que incluye
la aprobación de la Declaración de Espacios y Usos (DEU)
del Puerto y la modificación del Plan Especial. Sin embargo, la
declaración se encuentra paralizada por un problema con Costas con
el espigón de la Térmica, que pese a estar a cuatro kilómetros
del puerto está paralizando el desarrollo del recinto.
Los procesos
de información pública, alegaciones y aprobación definitiva
requieren de unos plazos ya establecidos legalmente, que hacen muy difícil
que se pueda reducir este plazo mínimo de un año.
Una vez que
se despeje la tramitación urbanística, se hará oficial
la concesión de la parcela a Al Bidda Group para levantar el hotel.
Eso supondrá un desembolso de unos 120 millones de euros durante
los 30 meses que durará la obra.
La construcción
de este hotel requerirá de unos 1.280 trabajadores, entre puestos
directos, indirectos e inducidos. Sin embargo, la creación de empleo
será más estable una vez que se abra al público, con
una plantilla de unos 350 empleados.
El proyecto
del Hotel Suites Málaga Port se ubica en un solar situado en el
dique de Levante, dentro ya del mar. Los estudios geológicos realizados
en el solar señalan que el terreno tiene una gran calidad, con las
margas situadas a 19 metros. Esto supone que los cimientos del hotel se
anclarán a unos 35 metros de profundidad, ofreciendo así
una base estable para levantar las 35 plantas sobre el suelo. Esto hará
que toda la estructura mida algo más de 170 metros desde los cimientos
hasta el final de la torre.
El hotel tiene
una forma de elipsis que no es casual. Se eligió después
de un intenso estudio aerodinámico, para adecuar el edificio a los
fuertes vientos que se registran en esa zona, hasta cinco veces más
intensos que en la Alameda. Con la elipsis se ofrece una menor resistencia
y comportamiento ante el viento.
Los 135 metros
de altura del establecimiento lo convierten en la construcción más
alta de la ciudad y de la provincia. Superan en 20 metros las mayores grúas
del puerto, hasta ahora el punto más alto construido, y por supuesto
supera ampliamente los 90 metros de la Catedral.
Las referencias
más cercanas de altura, sin embargo, serán los 33 metros
de alto de la Farola, los 50 metros de La Malagueta y los 70 metros de
los cruceros de la clase Oasis, de Royal Caribbean, y por ahora los mayores
del mundo que han visitado la ciudad en varias ocasiones.
La fachada
es totalmente acristalada, para aprovechar las vistas disponibles desde
esa ubicación y que la lejanía respecto a cualquier zona
construida. Para reducir el impacto del sol, hay un voladizo que sobresale
de cada planta para ofrecer una zona de sombra a las habitaciones y cuya
disposición ha sido estudiada para aprovechar al máximo su
presencia, con una anchura variable en función de la exposición
al sol.
Abdulla Darwish
A D Fakhroo, administrador único de Andalusian Hospitality II, promotora
del hotel, destacó que quiere que este proyecto sea «buque
insignia» del grupo, que tiene «experiencia en proyectos en
todo el mundo, en Oriente Medio y en Europa. Este hotel del puerto es nuestro
foco principal y estamos muy agradecidos por el apoyo recibido»,
afirmó Abdulla Darwish.
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