Una vez analizados
todos los datos, tanto Eduardo López como Luis Martín han
coincidido en afirmar: «No tenemos ningún interés ni
deseamos que se use suelo rústico».
Asimismo,
los presidentes de las patronales han trasladado su preocupación
al director general de Ordenación del Territorio sobre el futuro
del suelo vacante urbano y urbanizable en el archipiélago balear.
Para Luis
Corral, «debemos tener claro que hay que centrarse en regenerar y
dar herramientas para actuar sobre la ciudad ya construida, porque el urbanismo
del presente y del futuro se tiene que centrar especialmente en la revitalización
de nuestras ciudades, en la capacidad de adaptarse al crecimiento aquí,
no en la clasificación de nuevo suelo».
Debe recordarse
que el suelo vacante urbano y urbanizable actual está formado por
3.076 hectáreas que permitirían acoger la construcción
potencial de 144.460 viviendas.
Por islas,
la capacidad de población en el suelo vacante urbano y urbanizable
es de 284.269 personas en Mallorca, 35.304 en Menorca, 43.348 en Ibiza
y 1.508 en Formentera. Respecto de las viviendas potenciales en este suelo
serían: 112.620 en Mallorca, 17.202 en Ibiza, 14.009 en Menorca
y 629 en Formentera. Existe una superficie de 2.098,80 hectáreas
disponibles en Mallorca; 545,63 hectáreas en Ibiza; 422,68 hectáreas
en Menorca y 9,13 hectáreas en Formentera.
Han estado
presentes en la reunión el director general de Ordenación
del Territorio, Luis Corral; los presidentes de la Asociación Empresarial
de Promotores Inmobiliarios de Balears y la Asociación de Constructores
de Balears, Luis Martín y Eduardo López, respectivamente,
y la directora general de la Asociación de Constructores, Sandra
Verger.
DATOS
Baleares tiene
suelo urbano y urbanizable vacante para acoger una población potencial
de 364.505 personas y para 144.460 viviendas, ha informado el conseller
de Territorio, Energía y Movilidad, Marc Pons, quien considera que
la bolsa de suelo es "suficiente y que se tiene que preservar el suelo
rústico".
Pons ha presentado
hoy los resultados de un estudio sobre la capacidad de población
y de viviendas en el suelo urbano y urbanizable vacante, que indican que
hay capacidad para asumir una población adicional de 364.505 personas,
un 33 % más de los habitantes actuales de las Islas, que son 1,1
millones, ha informado la Conselleria en un comunicado.
El suelo vacante
urbano y urbanizable actual está conformado por 3.076 hectáreas
que permitirían acoger la construcción potencial de las 144.460
viviendas mencionadas.
Por islas,
la capacidad de población en el suelo vacante urbano y urbanizable
es de 284.269 personas en Mallorca; 35.304 habitantes más en Menorca;
43.348, en Ibiza y 1.508 en Formentera.
En cuanto a
la capacidad potencial de albergar viviendas, en dicho suelo sería
de 112.620 en Mallorca; 17.202 en Ibiza; 14.009 en Menorca y 629 en Formentera.
Hay una superficie
de suelo de 2.098,80 hectáreas disponibles en Mallorca; 545,63 hectáreas
en Ibiza; 422,68 en Menorca y 9,13 en Formentera.
Según
Pons los datos de disponibilidad del suelo vacante en relación con
el ritmo de crecimiento poblacional permiten concluir que "a medio plazo
hay suelo suficiente para responder a las necesidades de la población
de las Islas Baleares" y también que se tiene que hacer un esfuerzo
claro por preservar el suelo rústico porque hay bolsa de suelo clasificado
suficiente para atender este potencial crecimiento.
"Con estas
cifras y conscientes de la presión humana y de la capacidad en que
se encuentran nuestras infraestructuras, está claro que se tiene
que hacer un esfuerzo claro por preservar el suelo rústico y no
plantearse nuevas clasificaciones de suelo", ha destacado Pons.
"Debemos centrarnos
en regenerar y dar herramientas para actuar sobre la ciudad ya construida
porque el urbanismo del presente y del futuro se tiene que centrar especialmente
en la revitalización de nuestras ciudades, en la capacidad de adaptarse
al crecimiento aquí, no en la clasificación de nuevo suelo",
ha insistido el conseller.
También
ha resaltado la función social de la vivienda y ha apuntado la necesidad
de potenciar líneas de trabajo que permitan aprovechar este suelo
disponible para destinarlo a uso público para viviendas de protección
oficial.
Pons ha recordado
al respecto que la futura ley urbanística de las Islas Baleares
que está en tramitación prevé mecanismos para hacer
aflorar el suelo disponible, así como para garantizar que una parte
del mismo se destina a vivienda pública de protección.
También
la ley de vivienda actuará sobre las viviendas vacías, estableciendo
medidas para que puedan ser puestas a disposición de la Administración
para ser destinadas a alquiler social.
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