Con la instrucción
se aclara que sólo se permitirá el cambio de clase dentro
de un mismo uso, contemplándose los usos asociados, compatibles
o alternativos. Es decir, podría reutilizarse como hotel un antiguo
centro comercial.
Lo que no se
permitirá es la utilización para el sector servicios, al
que pertenecen los hoteles, de inmuebles calificados como de uso residencial,
industrial o dotacional.
A menos que
"excepcionalmente puedan autorizarse por la Comisión para la Protección
del Patrimonio Histórico Artístico y Natural (CPPHAN) a través
de informe preceptivo y vinculante", o bien, en caso de edificios singulares,
que sirvan para "la recuperación de los originales del edificio
y para los que fue proyectado o construido" o "la implantación de
otros usos, si facilitan la consecución del objetivo específico
de la protección".
Esta instrucción
se aplicará a todos los expedientes que se aprueben a partir de
ahora y también a los que se encuentren en tramitación, pero
no a los que se hayan resuelto ya de forma favorable y consecuentemente
autorizados.
De hecho, informaron
fuentes municipales, se han inadmitido ya a trámite dos proyectos
que implicaban convertir en hoteles dos inmuebles de uso residencial; uno
en la calle Pez, 21, y otro en la calle Valverde, 4, ambos en el distrito
Centro.
ASPECTOS LEGALES
La medida se
ha materializado a través de un decreto del delegado del Área
de Desarrollo Urbano Sostenible, José Manuel Calvo, que introduce
"aclaraciones" sobre tres artículos de las Normas Urbanísticas
del Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) de 1997 que regulan
los patios de manzana. Aunque el documento es un tanto farragoso para los
profanos en la materia, su filosofía es precisar que quedan prohibidos
los cambios de uso (por ejemplo, de residencial a terciario), aunque sí
se autorizan cambios de clases de uso (por ejemplo, de terciario comercial
a terciario de hospedaje) en determinados inmuebles.
Las puntualizaciones
al criterio de concesión de licencias seguido hasta ahora se han
adoptado después de que en enero se conocieran los resultados de
un estudio sobre los alojamientos turísticos en la capital que concluye
que los barrios de Sol y Cortes presentan la mayor concentración
de oferta hotelera, que en conjunto ha crecido un 24% durante la última
década hasta sumar 81.765 plazas.
En concreto,
esta modificación afectará a los distritos de Centro, Arganzuela,
Retiro, Salamanca y Chamberí, así como al barrio de Argüelles.
Según
señalan en el Área de Desarrollo Urbano Sostenible, en ellos
"no se va a permitir con carácter general la sustitución
del uso residencial por el terciario hospedaje pues muchos de los edificios
se encuentran fuera de ordenación por estar dentro de los patios
de manzana". "Se trata de una instrucción para aclarar la diferencia
entre cambio de uso y cambio de clases de uso, que es el principal problema
de la tercialización (...). No queremos ir a ciudades parque temático",
ha explicado este miércoles Calvo en la Comisión del ramo.
"Evidentemente, hay otros problemas, como el de convivencia en el centro
o en las zonas más consolidadas, derivados de la sobreexposición
de determinada actividades, como la de la vivienda turística no
regulada", ha añadido.
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