Según
informa el periódico el Confidencial, se ha acordado retomar las
dimensiones iniciales, es decir, los más de 3,1 millones de metros
cuadrados sobre los que DCN preveía levantar 16.000 viviendas, y
que el Ayuntamiento de Madrid redujo a la mitad en su área urbanizable
con la propuesta de Puerta Norte. Para Adif, es clave salvar este punto,
ya que el gestor de los ferrocarriles cuenta con el cheque de 1.200 millones
pactado con DCN por la venta de los terrenos para financiar su plan de
Cercanías, y ya ha realizado actuaciones contando con este dinero.
Sobre esta base, el siguiente gran acuerdo consiste en mantener en 1,05
la edificabilidad media, pero concentrándola en un área,
la destinada a levantar un gran centro financiero, lo que permitirá
rebajarla en otras zonas, como las residenciales, y que será prácticamente
nula en la zona más al norte del ámbito, en los terrenos
limítrofes con el barrio de Fuencarral, donde prevén realizarse
grandes zonas verdes y concentrar el dotacional.
El próximo
martes, 9 de febrero, era la fecha prevista para realizar la cuarta mesa
de negociación, tras la cual todas las partes confían en
poder poner prácticamente el lazo al principio de acuerdo, un calendario
que, por motivos de agenda, se ha retrasado una semana, hasta el día
16 de febrero a las 10 de la mañana. Una vez concluido este encuentro,
el consistorio confía en que ya pueda dibujarse el boceto de la
nueva operación Chamartín o, como mucho, cerrarlo en una
sesión más. Se tratará de un primer acuerdo sobre
el cual deberán entrar a negociar los técnicos de todas las
partes para concretar el detalle de esas grandes líneas ya marcadas,
un trabajo de detalle donde terminarán de definirse aspectos espinosos
como la inversión final que realizará DCN, inferior a los
6.000 millones comprometidos hasta ahora, qué infraestructuras se
llevarán a cabo y cuáles no, cómo y quién las
pagan, o los flecos de cómo se reparte la edificabilidad bruta en
cada zona del ámbito.
El concejal
de Desarrollo Urbano Sostenible, José Manuel Calvo, ha marcado como
una línea roja concentrar el terciario (oficinas, hoteles y comercial)
entre la estación de Chamartín y la M-30, área donde
se levantará un gran centro de negocios, que enlazará con
el complejo de las Cuatro Torres, idea que ya estaba recogida en su propuesta
de Madrid Puerta Norte.
En esta área
será donde se concentren los rascacielos y, con ellos, la edificabilidad
del ámbito, con la idea de crear un pequeño Manhattan en
el que las partes están dispuestas a mantener el rascacielos más
alto de Europa, proyectado por DCN. Con esta fórmula, se consigue
que en el global del desarrollo haya menos densidad y más zonas
verdes.
BBVA y San
José, por su parte, han mantenido que las primeras obras que se
lleven a cabo, en consecuencia, sean las más próximas a la
estación de Chamartín, ya que el desarrollo de todo el ámbito
es un trabajo de dos décadas que se irá haciendo por fases,
y estas irán ligadas al número de zonas en las que se divida
el ámbito, en función de su edificabilidad.
EL TRIBUNAL
SUPREMO ANULA LA OPERACIÓN CHAMARTÍN DE 2011
El Tribunal
Supremo ha confirmado la sentencia del Tribunal Superior de Justicia de
Madrid (TSJM) que anuló el Plan Parcial de Reforma Interior "Prolongación
de la Castellana", aprobado definitivamente por el Ayuntamiento de Madrid
en marzo de 2011 y conocido como Operación Chamartín.
De este modo,
el alto tribunal rechaza los recursos de casación presentados por
el Ayuntamiento de Madrid, RENFE-Operadora, Distrito Castellana Norte,
S.A., y la Abogacía del Estado (en nombre tanto del Ministerio de
Fomento como de ADIF), contra la sentencia de 2015 del TSJM que declaraba
la citada nulidad.
Esa sentencia
del TSJM ratificada por el Supremo anuló, entre otros aspectos del
Plan citado, la modificación que permitía una edificabilidad
superior a tres plantas más ático. El tribunal madrileño
consideró que dicha previsión contravenía la Ley del
Suelo de la Comunidad de Madrid.
El Supremo
considera en su fallo que la cuestión de fondo depende de la normativa
autonómica, por lo que no es de su competencia.
En otras palabras,
el criterio del Tribunal Superior de Justicia de Madrid no puede ser revisado
en casación por el Supremo por no ser de su competencia, por lo
que se mantiene la sentencia del tribunal madrileño.
En un fallo
anterior -de abril de 2015- el Supremo obligó al TSJ de Madrid que
repitiera su sentencia, al entender que carecía de la motivación
suficiente.
El Tribunal
Superior de Justicia de Madrid, en junio de 2015, realizó la motivación
que le pidió el Supremo, manteniendo el fallo.
De acuerdo
a aquella sentencia ahora confirmada, el coste de la Nueva Línea
de Metro y la Conexión Tres Olivos-Las Tablas no puede ser asumido
por los propietarios, en contra de lo establecido en el Plan.
Sí asumirán
los propietarios el coste del cubrimiento de vías del complejo Chamartín
y de la infraestructura llamada Nudo Norte.
En relación
a la edificabilidad, el TSJ de Madrid no aceptó que pueda justificarse,
como hacía el Plan, que concurran en todo el ámbito del plan
las circunstancias especiales previstas por la ley del suelo para construir
más allá de los límites citados.
La altura de
las edificaciones afectadas no puede, con carácter general, superar
ese límite legal, considera el TSJM.
La única
excepción es la constituida por edificios considerados singulares
a través de una motivación individual de esas circunstancias
especiales, apoyado por el informe favorable de la Comisión Provincial
de Urbanismo de Madrid, añadió el TSJM.
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