Así
lo reconoce la filial española de Bouygues. “No vamos a promover
el ladrillo residencial”, precisa la directora general de Bouygues Inmobiliaria,
Ana Vidal. “Vamos a centrarnos en el sector hotelero, de oficinas o comercial,
entre otros”. Aunque sobre el registro mercantil el grupo francés
nunca se fue, la actividad inmobiliaria de Bouygues en España ha
estado parada prácticamente siete años.
Antes de la
explosión de la burbuja, la multinacional se había convertido
en un referente, especialmente en la construcción de parques empresariales
y centros comerciales. De estos últimos, Bouygues levantó
Parque Oeste (Alcorcón, Madrid), Alcalá de Guadaira (Sevilla)
o El Triangle (Barcelona). En 2000 el grupo francés se extendió
a Portugal.
Bouygues ha
construido un hotel en Barcelona y cuenta con un solar de 18.000 metros
cuadrados en Madrid
La crisis obligó
a la filial a efectuar una agresiva reducción de capital en 2010,
que dejó los fondos propios en el 10%. “No vamos a ser una Metrovacesa
o una Merlin”, ironiza Silva por teléfono. “Queremos potenciar el
desarrollo de proyectos en España con proyectos selectos, muy bien
escogidos, en los que priorizaremos la mejora medioambiental”, añade
la directora general. Uno de los modelos que probablemente se impulsarán
desde la división inmobiliaria son los eco-barrios, como el que
Bouygues impulsó en Burdeos y denominado “Ginko”.
Bouygues Inmobiliaria
pretende ser una “promotora pura” recurriendo a la fórmula de llave
en mano, por la cual se encargará de localizar el suelo, diseñar
los inmuebles y ejecutar la construcción. Además de Barcelona,
la filial se ha hecho con un solar de 18.000 metros cuadrados en la zona
industrial de Julián Camarillo, al este de Madrid.
El regreso
a la actividad de Bouygues evidencia la recuperación del sector
en España. Una mejoría sin embargo lenta y desigual. El sector
de la promoción estima que en 2016 se han construido 450.000 viviendas
nuevas frente a 400.000 el año pasado. Y los precios se disparan
en Madrid y Barcelona, junto con el tradicionalmente sólido mercado
inmobiliario vasco: en más de la mitad de provincias el valor de
la vivienda cae.
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