Según
el periódico el Mundo y medios locales, Puerto Mediterráneo,
el macrocentro comercial proyectado por Eurofund-Intu, en Paterna se volverá
a presentar a la comisión ambiental, un órgano controlado
por el secretario autonómico de Medio Ambiente, Julià Álvaro,
que rechazó la inversión de 860 millones de euros y que ya
se había encontrado con un considerable rechazo en las filas de
Compromís.

Fuentes conocedoras
del proceso confirmaron al periódico el Mundo que la empresa está
redactando un nuevo proyecto, más sostenible y con una mayor presencia
de zonas verdes, para convencer a la comisión ambiental de las bonanzas
de la iniciativa. La empresa asume que deberá hacer borrón
y cuenta nueva para evitar suspicacias y, de hecho, se ha llegado a plantear
la posibilidad de desterrar el nombre con el que se realizó la primera
tentativa: Puerto Mediterráneo. El centro comercial, así,
cambiaría de denominación para constatar el giro radical
que se quiere imprimir a su diseño. Las negociaciones con el Ayuntamiento
de Paterna ya han comenzado y los promotores tienen esperanzas en que el
reciente pacto de Gobierno entre PSPV y Compromís pueda allanar
la nueva intentona. Pero el cambio del proyecto no tratará de convencer
exclusivamente a Compromís en la localidad sino que la inclusión
de nuevas zonas verdes pretende sortear también las trabas medioambientales
que se encontró en la comisión ambiental liderada por Álvaro.
Según
el mismo medio, los contactos con el Ayuntamiento de Paterna, que debe
dar las primeras autorizaciones para que el proyecto continúe vivo,
siguen produciéndose. De hecho, desde la empresa insistieron en
que nunca se interrumpieron con el objetivo de poder recuperar si no el
diseño original sí al menos buena parte del camino recorrido.
Y es que, los promotores de Puerto Mediterráneo quieren que algunos
de los múltiples informes favorables que aglutinó el proyecto
original puedan reutilizarse con la iniciativa remodelada que se presentará
próximamente.
La nueva situación
política en la localidad es una de las principales bazas para resucitar
la actuación urbanística, ya que el alcalde, Juan Antonio
Sagredo, fue uno de los más firmes defensores de la multimillonaria
inversión en su municipio. Ahora, los esfuerzos se centrarán
en conciliar el proyecto con las demandas que planteaba Compromís,
algo que se ve más cerca debido a la incorporación de más
espacios verdes en el diseño. Además, en Sagunto, donde el
Consell celebró su segunda cumbre de trabajo, se llegó a
poner sobre la mesa la situación del centro comercial de Paterna.
El debate se centró, según indicaron a este periódico
las fuentes consultadas, en la necesidad de que las restricciones a proyectos
de gran envergadura se suavizasen, lo que abriría la puerta a actuaciones
como la de Puerto Mediterráneo. El nuevo diseño en el que
trabajan los promotores podría estar finalizado en los próximos
30 ó 40 días, cuando se entregaría el proyecto en
el Ayuntamiento de Paterna para su supervisión. Comenzaría
una nueva tramitación que, esta vez, podría tener un final
muy diferente, tanto por la mayor sostenibilidad de la actuación
como por la receptividad de las administraciones.
ANTECEDENTES
29 de noviembre de 2016
NOTICIA
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¿QUÉ
ES LA CLÁUSULA 'ANTI PUERTO MEDITERRÁNEO' DEL PATSECOVA?
¿Qué
aprendo?
Se analiza
en las guías prácticas inmoley.com de centros comerciales
y en la guía del urbanismo de la Comunidad Valenciana.
Convertir
conocimiento en valor añadido > Herramienta práctica >Guías
prácticas
Los alumnos
deberán remitir a su tutor un análisis sobre el riesgo de
que el Patsecova se aparte de la libertad de establecimiento de la Directiva
de Servicios de la Comisión Europea y que por lo tanto resulte impugnado
judicialmente, con la contingencia por indemnizaciones que esto podría
ocasionar.
Recordarán
nuestros lectores que recientemente la Comisión de Evaluación
Ambiental informó de forma desfavorable sobre el proyecto Puerto
Mediterráneo, que el grupo Intu pretende desarrollar en Paterna,
junto a la autovía CV-35, Valencia. Esta posición se va a
reforzar con el Plan de Acción Territorial Sectorial de Comercio
de la Comunidad Valenciana (Patsecova) mediante la cláusula 'anti
Puerto Mediterráneo', que prohíbe la instalación de
cualquier proyecto de más de 120.000 metros cuadrados de suelo comercial
en todo el territorio de la región. La Generalitat ya se ha opuesto
a los proyectos del plan Rabasa en Alicante y Puerto Mediterráneo
en Valencia con argumentos medioambientales y de movilidad. El nuevo Plan
de Acción Territorial Sectorial del Comercio de la Comunidad Valenciana
no permitirá nuevas aventuras como la de Alicante o Paterna. En
su artículo 58, el plan de la Conselleria de Economía pone
como límite para todo proyecto de centro y parque comercial y centros
de ocio 120.000 metros cuadrados de superficie bruta alquilable, aquella
que será ocupada por operadores comerciales. Esta cifra es menos
de la mitad del Plan Rabasa, que estaba proyectado sobre una superficie
bruta alquilable de 280.000 metros, es decir, más del doble de lo
que permitirá la Generalitat. Legalmente, el artículo 59
del Patsecova se aparta de la libertad de establecimiento de la Directiva
de Servicios de la Comisión Europea.
«Se
considera que dichos proyectos [más de 120.000 metros] superan la
capacidad de acogida del territorio, al ser sus efectos negativos con carácter
medioambiental, social, territorial y sobre las infraestructuras difícilmente
mitigables e incompatibles con el modelo de desarrollo propuesto por el
Plan», reza el texto.
Sería
una especie de segunda prohibición ante macropoyectos de este tipo.
Como ya informó este diario, el Patsecova introduce también
la figura de «áreas comercialmente saturadas», que podrá
aplicarse a zonas donde «el incremento del número de actividades
comerciales pueda provocar» efectos como: poner en riesgo el patrimonio
histórico, cultural o medioambiental de una zona; o cuando provoque
«sobrecargas recurrentes en los viales de acceso», causando
problemas de seguridad y riesgos ambientales.
EL PLAN
INCLUYE LA DECLARACIÓN DE «ÁREAS COMERCIALMENTE SATURADAS».
El artículo
33 del Patsecova regula esa figura. Concretamente, se podrá declarar
una zona saturada cuando «el incremento del número de actividades
comerciales pueda provocar» efectos como: poner en riesgo el patrimonio
histórico, cultural o medioambiental de una zona; o cuando provoque
«sobrecargas recurrentes en los viales de acceso», causando
problemas de seguridad y riesgos ambientales.
Otro factor
para la declaración de saturación es la de «demandas
de aparcamiento inasumibles por la infraestructura existente»; o
«sobrepasar reiteradamente los niveles máximos establecidos»
en cuanto a emisiones contaminantes a la atmósfera, niveles de ruido
o contaminación lumínica. Es motivo de saturación
el «sobrepasar la capacidad de suministro de servicios de agua o
electricidad con las infraestructuras actuales» o generar «situaciones
de emergencia o riesgos para la seguridad de personas, fauna silvestre
y bienes».
De alguna
forma, son todos argumentos que ya ha esgrimido la Comisión de Evaluación
Ambiental de la Conselleria de Medio Ambiente para frenar en el último
instante este proyecto. El peligro del suministro de agua; la contaminación
atmosférica por el incremento esperado del tráfico (9 millones
de desplazamientos en coche al año); la contaminación acústica;
la afectación a la flora, o la ocupación de suelo no urbanizable,
aparecen reseñados en el informe ambiental desfavorable. A partir
de ahora, alegando estos peligros podrá declarase una zona saturada
de modo que no se permitirá ni siquiera la tramitación de
un proyecto.
El plan
crea una división en el territorio autonómico en quince áreas
funcionales, algo así como unas demarcaciones supracomarcales que
se convierten en las unidades de referencia para la ordenación,
gestión y aplicación de las propuestas. Cada área
tendrán un plan quinquenal que se irá elaborando con el sector.
Y dentro de esas quince áreas funcionales se podrán catalogar
áreas de expansión comercial, áreas saturadas, de
regeneración, de reserva de suelo, o centros históricos comerciales,
entre otras fórmulas.
CENTROS
COMERCIALES
La Comunidad
tiene hoy 60 centros comerciales, que acumulan 1,85 millones de metros
cuadrados de espacio comercial. Son 372 metros cuadrados por mil habitantes,
por encima de los 325 metros de situación teórica de saturación,
según la consultora Aguirre Newman.
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