Este nuevo RUT, como el anterior, es un planeamiento de carácter transitorio que viene motivado por la necesidad de dotar con urgencia a la ciudad de un instrumento de ordenación urbanística. Según explica el propio documento expuesto al público, “de forma que pueda preservarse la viabilidad de la ordenación que establecerá el nuevo Plan General Estructural (PGE) en redacción y, al tiempo, permitir y facilitar que pueda proseguir la actividad urbanística”.

Esa será, de hecho, la principal aportación de este RUT llamado a permanecer en vigor por poco tiempo. Con su aprobación en breve se logrará “que el ayuntamiento pueda otorgar licencias urbanísticas conforme a sus determinaciones y con sujeción a los parámetros urbanísticos que incorpora”, explica el RUT en exposición.

Actualmente, el Ayuntamiento de Dénia puede conceder aquellas licencias que se solicitaron antes de la anulación del anterior RUT por los tribunales (el pasado 3 de julio). Sin embargo, de las presentadas con posterioridad a esa fecha, sólo se puede conceder permiso en aquellos proyectos que adjunten un estudio de integración paisajística que garantice su armonía con el entorno, o aquellos que se soliciten en un Programa de Actuación Integrada o Plan Parcial vigente.

El nuevo RUT es prácticamente el mismo que el del año 2013. Eso es debido, principalmente, a que de lo que se trataba era resolver con urgencia la situación de ausencia de planeamiento. Además, también responde al hecho de que la tramitación del nuevo PGE está también avanzada (en la actualidad el documento está también expuesto al público, hasta el próximo día 28).

Por ello, las modificaciones en el nuevo RUT se limitan a tres cuestiones: la nueva ordenación aprobada para la finca de la Baronesa y las previsiones para el nuevo colegio de La Xara y el nuevo centro de educación espacial Raquel Payà. Además, se adecuan algunas cuestiones a la nueva normativa urbanística, pues ahora es la Lotup la que rige el urbanismo valenciano y cuando se hizo el RUT de 2013 regía la LUV. Por último, según señala el documento, se corrigen también “errores materiales, incongruencias internas o correcciones de determinaciones basadas en datos manifiestamente inciertos”.