Las operaciones
de sale & lease-back consisten básicamente en que una sociedad
que es propietaria de un activo, se lo vende a un banco o sociedad de leasing,
y lo toma en alquiler.
De este modo,
la empresa sigue disfrutando del uso del bien, lo saca de su balance y
en general obtiene un beneficio fiscal, ya que la ley permite amortizar
a un ritmo superior al general cuando se financia por leasing, con unas
determinadas condiciones.
Se suele utilizar
para inmuebles, pero es posible para otro tipo de activos. En estas operaciones
los contratos son a largo plazo de aproximadamente veinte años,
esto permite una garantía de control.
El lease-back
es un contrato en el que una empresa vende un bien de su propiedad, de
naturaleza mueble o inmueble, a una empresa de leasing que simultáneamente
le concede en leasing el uso del mismo bien a cambio del pago de un canon
periódico, durante un plazo determinado, y al final del cual le
otorga la opción de comprar el bien, previo pago del valor residual
preestablecido de prorrogar el contrato o devolver el bien.
El lease-back
individualiza las dos partes que estipulan el contrato: de un lado, una
empresa de leasing, que tiene por objeto la intermediación financiera,
es decir, captar capitales del sector privado para destinarlos a operaciones
de leasing, y, del otro, una empresa usuaria, dedicada a la actividad industrial,
comercial o profesional; en segundo lugar, individualiza el objeto del
negocio: bienes muebles o inmuebles dedicados al proceso productivo de
la empresa.
Por otra parte,
destaca uno de los rasgos típicos de este contrato: la opción
de compra que tiene la empresa usuaria al final del plazo pactado, la cual
puede ser ejercida en cualquier momento hasta el vencimiento del plazo,
previo pago del valor residual, por lo general inferior al valor real del
bien en el mercado.
El lease-back
es un auténtico contrato de financiación, ya que a través
de él una empresa de leasing financia, con medios diferentes a los
tradicionales, la actividad de otra empresa dedicada sea a la producción
de bienes o a la prestación de servicios; o mejor todavía,
es una eficaz técnica de financiación que busca potenciar
la empresa, incrementando sus factores productivos de naturaleza financiera.
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