Además,
las start-ups van ganando terreno en España, muchas de ellas relacionadas
con la tecnología e Internet, llegando a ser el foco de atención
tanto para emprendedores como para inversores internacionales. En el caso
de estas compañías, el co-working es un denominador común
en sus espacios de trabajo. Muestra de esta tendencia es que España
se encuentra en el tercer puesto a nivel mundial en número de espacios
de trabajo compartidos, ya que el 20% de los co-workings europeos se localizan
en nuestro país.
En los últimos
18 meses la superficie contratada por empresas tecnológicas ha sido
muy similar en ambas ciudades, en torno a los 115.000 m2, un dato llamativo
dado que el tamaño del mercado de oficinas de Madrid es el doble
que el de Barcelona. En Madrid, el eje de la A-1 ha acaparado la mitad
de la contratación, mientras que en Barcelona los submercados del
Distrito 22@ y Front Maritim han hecho lo propio.
Se han analizado
las 120 mayores empresas del sector tecnológico presentes en Madrid,
que ocupan más de 700.000 m2 mientras que en Barcelona el conjunto
de las 90 mayores empresas instaladas suman más de 270.000 m2 de
oficinas. Según este análisis, en Madrid el eje de la A-1
aglutina más del 50% de la superficie total ocupada por estas empresas,
entre las que se encuentran Telefónica y Huawei, entre otras. No
obstante, la zona oeste acoge a corporaciones de gran tamaño como
Orange, Microsoft o HP, que continúan apostando por los parques
empresariales de los municipios de Pozuelo y Las Rozas. Asimismo, el centro
de la ciudad sigue siendo la ubicación favorita para empresas de
tamaño mediano-pequeño.
En general,
la calidad de los edificios que ocupan estas empresas en Madrid es media-alta.
Sin embargo, las empresas instaladas en zonas semi-industriales, sobre
todo en la órbita de la A-1, como Fuencarral-Llano Castellano, o
en Julián Camarillo, en la órbita de la A-2, son las que
ocupan edificios más antiguos y, por lo general, de calidad inferior.
Siguiendo con
el análisis de las mayores empresas, en Barcelona el centro de la
ciudad se convierte en la segunda opción para las empresas del sector
TIC aglutinando al 19%, y son prácticamente la mitad las que optan
por situarse en el Distrito 22@, localizado en el barrio de Sant Martí,
en el Poblenou, y que ocupa 200 hectáreas. Este proyecto público-privado
se inició hace años con el objetivo de crear un polo tecnológico,
científico y cultural que situase a Barcelona como un referente
de la innovación y de la economía a nivel mundial.
No es sorprendente
que las principales empresas tecnológicas de distinta tipología
en Barcelona, como Telefónica, Indra, Schibsted o Atos se concentren
en los submercados del Distrito 22@-Front Maritim por la calidad y representatividad
de sus edificios, las buenas conexiones mediante transporte público
y la amplia oferta de servicios.
“En Madrid
hay una clara polarización entre empresas de los sectores e-commerce
o web services, que se decantaban claramente por el centro de la ciudad
debido al reducido espacio que necesitan para trabajar, frente al resto
de subsectores, que preferían en su mayoría ubicaciones periféricas;
en Barcelona, en cambio, se encuentran empresas de cualquier subsector
en prácticamente todas las zonas” ha afirmado Iñigo Enrich,
consejero director CBRE España y director de Oficinas. “Esto se
debe a que, al contrario que en Madrid, donde la renta prime en el Distrito
de Negocios (A-1) es casi un 50% superior a la de los mejores edificios
fuera de la M-30, no sorprende que las compañías de tamaño
mediano y grande opten por localizaciones periféricas. En Barcelona
la diferencia de rentas entre las tres zonas preferidas por las empresas
es relativamente pequeña” ha añadido.
Las oficinas
de las firmas tecnológicas en España están marcadas
por cinco principios, según el informe de CBRE: tipos de entornos
y espacios de trabajo, diseño de los mismos, defensa de la sostenibilidad
y el bienestar, servicios que ofrecen y que sean digitales. En este sentido,
las necesidades de cada subsector dentro de las compañías
tecnológicas serán muy diversas dependiendo de su actividad
específica:Technology Hardware, E-Commerce, Software, Telecom Services,
IT Services, Web Services y Gaming.
En cuanto al
entorno de trabajo, las empresas con mayor trayectoria en el sector son
las vinculadas a las grandes industrias como Telecom Services e IT Services
y tienden a establecer criterios de asignación del espacio asociados
a jerarquías en función de categorías profesionales.
Además, cada vez necesitan más personal y esto ha hecho que
se disminuya el ratio de m2/persona. Sin embargo, las compañías
cuyo negocio es más reciente en el mercado, como las dedicadas al
e-commerce, prefieren fomentar la existencia de espacios no asignados y
homogeneizar tipologías de puestos de trabajo. Favoreciendo así
la posibilidad de elección en función de la actividad a realizar,
con una consecuente democratización del espacio y en algunos casos,
la presencia física de profesionales en las oficinas no es necesaria
y el ratio de espacio se mantiene constante.
Por otro lado,
en aquellas oficinas en las que la presencia del cliente es mayor, el espacio
de trabajo se convierte en una herramienta de venta más de la compañía,
además de ser una fuente de inspiración para sus profesionales.
En este sentido, el diseño del entorno de trabajo está directamente
asociado al nivel de inversión, que puede oscilar entre los 600
€/m2 y los 300 €/m2. Algunos ejemplos son empresas tan innovadores
como Google, LinkedIn, Facebook o Twitter. Sin embargo, las compañías
con un tipo de negocio más digital como las de e-commerce o de hardware,
el diseño del entorno es una cuestión menos relevante.
Las empresas
tecnológicas buscan diferenciarse en el mercado, apostando por la
sostenibilidad y eficiencia energética en sus oficinas con certificaciones
ambientales LEED o BREEAM como parte de su plan estratégico. Las
que más destacan, en este caso, son las que se dedican a Technology
Hardware, Telecom e IT Services y las que menos, las del sector Gaming.
Además, hay un nuevo concepto que está ganando peso: el Wellbeing
que, a través de la certificación Well, las empresas quieren
demostrar su preocupación por el bienestar de sus trabajadores,
que repercute de manera directa en la mejora de productividad, retención
del talento y mejora de la imagen de la empresa.
En la gestión
de servicios está en auge el modelo denominado IFM (Integrated Facility
Management) en el que las empresas pasan de tener varios proveedores a
un modelo de gestión externalizado e integrado en un solo proveedor.
Las empresas de Technology Hardware son las que más rápido
han evolucionado en esta dirección. Esto ha obligado a cambiar la
forma tradicional de ofrecer servicios a los clientes y ha dado paso a
un verdadero partnership, incentivando la innovación en el proveedor
y abriendo camino hacia una mayor eficiencia en el gasto sostenible en
el tiempo.
La transformación
digital está probablemente encabezada por las empresas tecnológicas
que, impulsadas por sus aptitudes y recursos técnicos, han sido
capaces de reinventarse y generar nuevos modelos de negocio adicionales
que se suman a su actividad original. Tienen mención especial las
start-ups que, debido a su contexto natural, encabezan la utilización
de la tecnología en su actividad profesional.
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