EL CASO DE
SANTANDER
El Ayuntamiento
de Santander puede retrasarse ocho años en elaborar su nuevo Plan
General de Ordenación Urbana (PGOU) si no se modifica la legislación
autonómica, acomodándola a unos plazos "mucho más
razonables y sensatos" en la nueva Ley del Suelo en la que trabaja el Gobierno
de Cantabria y que se encuentra en anteproyecto.
El concejal
de Infraestructuras, Urbanismo y Vivienda y portavoz del equipo de Gobierno
(PP) del Consistorio, César Díaz, así lo ha afirmado
este viernes a preguntas de la prensa sobre el plazo que podría
llevar la revisión del planeamiento que hay que hacer tras la anulación
del PGOU de 2012 por parte del Tribunal Supremo.
Díaz
ha señalado que los plazos "lamentablemente, con la legislación
actual, son largos" y, de hecho, Santander tardó ocho años
en redactar y tener aprobado el de 2012, en el que se llevaba trabajando
desde 2004, y "seguramente fuimos uno de los ayuntamientos que menos tardó".
"La revisión
de un plan general, si no hacemos el esfuerzo de acomodar la legislación
a unos plazos mucho más razonables y sensatos para que un ayuntamiento
se pueda dotar de un planeamiento, pues ahora mismo está en el orden
de los ocho años, puede ser un poco menos pero normalmente más",
ha explicado el edil.
Díaz
ha sido cuestionado por los pasos para elaborar ese Plan General de Ordenación
Urbana tras presentar los presupuestos de su concejalía para 2018,
en los que se incrementa la partida de estudios y trabajos de 600.000 a
900.000 euros precisamente para poder iniciar los trabajos con la contratación
del servicio técnico.
Ha avanzado
que la intención del equipo de Gobierno es tener los pliegos para
la contratación de ese servicio antes de acabar este año
para, a principios de 2018, comenzar los trámites con Contratación
e Intervención municipal con "la idea de tener asistencia técnica
al servicio de Urbanismo para hacer todos los trabajos previos que requiere
la elaboración de un plan general".
Pero ha insistido
en que esa elaboración será larga debido a la legislación
actual porque, tras la anulación del PGOU de 2012, "a todos los
efectos hay que partir de cero" a pesar de que, ha reiterado, el planeamiento
fue anulado "lamentablemente por una causa externa" al Ayuntamiento como
fue la anulación en 2013 del bitrasvase del Ebro por una "deficiente"
evaluación ambiental.
De ello, ha
enfatizado, fueron "responsables" el Estado, la Confederación Hidrográfica
y el Gobierno de Cantabria y, por ello, ha recordado, el Consistorio les
ha realizado una reclamación patrimonial de los 3 millones de euros
que costó la elaboración del PGOU.
Díaz
ha señalado que el caso de Santander no es aislado ya que "cada
día se anulan planes" en el Tribunal Supremo, planeamientos que
se han tardado en elaborar muchos años porque son documentos muy
extensos, lo que les hace "frágiles ante recursos". A su juicio,
esta situación muestra que "algo falla".
Ha puesto como
ejemplo el planeamiento de Boadilla del Monte, en Madrid, que ha sido anulado
porque no contaba con un informe de género que analizase la incidencia
de un plan general en la igualdad de género.
En el caso
del PGOU de Santander, ha reiterado que contaba con todos los informes
técnicos y jurídicos favorables y fue aprobado provisionalmente
por el Pleno municipal y definitivamente por la Comisión Regional
de Ordenación del Territorio y Urbanismo (CROTU), que es quien tiene
las competencias y hace "un control de legalidad".
"Si después
de tener un documento ocho años en elaboración, contar con
todos los informes favorables y pasar por un control de legalidad del Gobierno
de Cantabria, después resulta que se anula pues es que algo está
fallando", ha dicho.
Por ello, el
Ayuntamiento solicita al Gobierno de Cantabria cambiar la legislación
para reducir los plazos de elaboración de estos planes y que "dejen
de tener esa fragilidad jurídica". "Creo que es algo que hay que
abordar con urgencia", ha apostillado.
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