Podrá
alcanzar los 500 megavatios (MW) aunque la potencia instalada sea de 431,34
MW. Ocupará 1.100 hectáreas de terreno y se conectará
a la red a través de la subestación de Red Eléctrica
fijada en la cercana localidad de Bienvenida, donde otro proyecto fotovoltaico
también ha recibido recientemente el permiso ambiental.
Con la energía
producida, según se detalló en la presentación del
proyecto, se evitará la emisión de 845.000 toneladas de dióxido
de carbono y la importación de 81.700 toneladas de petróleo
al año.
Con la declaración
positiva emitida por la Dirección General de Calidad y Evaluación
Ambiental sobre el proyecto de Usagre se confirma que soplan mejores vientos
ahora para las energías renovables.
Extremadura,
una de las grandes potencias mundiales en este terreno, se vio bloqueada
por el parón a los proyectos de energía limpia que decretó
el Gobierno a partir de 2012. La región tiene sobre la mesa nuevos
proyectos de renovables que suponen 5.000 MW de potencia.
Extremadura
es la segunda potencia nacional en energía termosolar y tercera
en fotovoltaica. No tiene ni un solo megavatio producido por un parque
eólico pero el proyectado en Plasencia va superando trámites
y está más cerca.
Además,
otras dos grandes plantas fotovoltaicas se pueden empezar a construir en
la región tras superar el examen ambiental. La planificada en Talaván
(Cáceres), de 300 MW, tiene la autorización administrativa.
En noviembre de 2014 recibió la DIA positiva. El Gobierno también
ha aprobado ampliar la subestación de Cañaveral, imprescindible
para evacuar la electricidad.
La otra es
la proyectada en Bienvenida. Una planta fijada en su término municipal
de 150 MW a lo largo de 212,80 hectáreas. Otra instalación
compartirán Medina de las Torres y Calzadilla de los Barros (74
MW, 106,90 has). En cambio, ha habido DIA negativa para otros dos proyectos
de Calzadilla de 170,1 megavatios a lo largo de 242,8 hectáreas.
ANTECEDENTES
30 ENERO 2017
Según
refleja la web de consultas de proyectos del Ministerio de Agricultura
y Medio Ambiente, se ha registrado el pasado lunes 23 la solicitud de evaluación
de impacto ambiental ante la Dirección General de Política
Energética y Minas, departamento que pertenece al Ministerio de
Energía.
El siguiente
paso es determinar el alcance de esa evaluación y, como punto final,
conseguir la declaración de impacto ambiental (DIA), requisito imprescindible
para cualquier promotor que quiera poner en marcha un proyecto. Tras la
DIA, es necesaria la autorización administrativa por parte del Gobierno,
pero contando con la declaración ambiental positiva ese trámite
se da por logrado.
Es la única
de las tres grandes plantas planteadas en Extremadura que cuentan con la
preceptiva DIA pero no se ha vuelto a tener noticias de la planta, que
se presentó con una potencia de 300 megavatios. La DIA la obtuvo
en el año 2014 y tiene vigencia hasta 2018.
Sus promotores
se encuentran también con que no tienen subestación eléctrica
autorizada por parte del Gobierno para evacuar la electricidad que se produzca.
Se habló en su día de una inversión de 250 millones.
La otra gran
instalación fotovoltaica en tramitación es la de Bienvenida-Calzadilla
de los Barros (con también parte de terreno en el término
de Medina de las Torres). Sus grandes cifras es que sale con una previsión
de 394,2 megavatios de potencia instalada y un presupuesto de 157,7 millones.
En este caso
no hay DIA ni autorización administrativa, que dependen del Ejecutivo
central. En cambio sí dispone de subestación.
La ampliación
de ella aparece para 2019 entre los planes del Gobierno pero Extremadura
pide que se aborde para estar activa antes para facilitar la evacuación
de energía y, obviamente, el desarrollo del proyecto.
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