Diseñada
por Jean Nouvel, la Torre Agbar tiene 142 metros de altura y se ha convertido
en uno de los iconos de la capital catalana.
Torre Agbar
no será un hotel de lujo y continuará siendo un edificio
de oficinas. Emin Capital y Westmont Hospitality Group, los promotores
del proyecto, renuncian a seguir adelante.
“No podemos
seguir destinando energías y recursos a un proyecto que, después
de tanto tiempo, no tenemos claro que pueda ver la luz”, aseguraron fuentes
de los promotores. Los planes eran que en el edificio de 37.614 metros
cuadrados abriera un establecimiento de la cadena Hyatt, con más
de 400 habitaciones y un mirador turístico para aprovechar las vistas
del tercer edificio más alto de Barcelona. El hotel, en pleno distrito
tecnológico de la capital catalana, generaría 340 puestos
de trabajo directos y 250 indirectos.
El ayuntamiento
de Barcelona decretó en julio de 2015 una moratoria de nuevas plazas
hoteleras en toda la ciudad y dejó en suspenso el futuro del hotel.
Pero la Torre Agbar y otros seis proyectos ya tenían un certificado
previo de aprovechamiento urbanístico que los eximía del
veto, algo que el equipo de urbanismo negó en un principio pero
tuvo que asumir posteriormente.
El Ayuntamiento
confirmó que recibió la notificación de renuncia al
proyecto de adecuación del inmueble. “Se trata estrictamente de
una decisión del promotor”, insistieron fuentes municipales. El
Ayuntamiento defiende que se encontraba revisando que la licencia y analizando
que se adecue a la normativa vigente.
En 2013, el
grupo andorrano Emin Capital firmó un compromiso de compra del edificio
por 150 millones de euros a Aguas de Barcelona (Agbar), que no llegó
a ejecutar en su totalidad.
Agbar decidió
vender el edificio a la SOCIMI Merlin Propierties por 142 millones de euros
por el edificio.
La SOCIMI Merlin
Properties se compromete a invertir 15 millones de euros en la reforma
del icónico inmueble.
El de la Torre
Agbar es el segundo proyecto hotelero de gran envergadura que deja Barcelona
desde la llegada de Ada Colau al Gobierno de la ciudad. El otro era el
Four Seasons que se planeaba construir en el Paseo de Gràcia con
Diagonal. El inmueble, propiedad del grupo KKH se destinará a pisos
de lujo.
La disponibilidad
de espacio de oficinas en el mercado barcelonés se ha reducido en
torno a un 30% desde hace tres años. Por ello Merlin prevé
una rentabilidad del 6,5% anual con el alquiler del edificio, en torno
a 10,3 millones de euros, según informó a la CNMV.
TORRE AGBAR
Ubicado en
el número 211 de la Avenida Diagonal, el edificio diseñado
por Jean Nouvel se ha convertido en el símbolo de la ciudad y da
entrada al distrito tecnológico de Barcelona, el 22@, donde el ritmo
de la actividad en el mercado de oficinas de la zona ha conseguido doblar
el número de operaciones registradas en los dos últimos años,
consolidándola como hub de empresas.
Se trata del
tercer edificio más alto de la ciudad, que se eleva 142 metros y
dispone una superficie bruta de 37.614 m2, distribuidos en 34 plantas y
un auditorio para más de 350 personas. Adicionalmente, el activo
cuenta con 300 plazas de aparcamiento en cuatro plantas bajo rasante y
fue utilizada hasta julio de 2015 como sede de Aguas de Barcelona.
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