De momento,
los terrenos están a punto de ser recalificados para poder tener
uso de oficinas para la administración pública. Hoy en día
son todavía de uso ferial ya que inicialmente allí debía
construirse un auditorio que complementase los servicios del recinto Gran
Via de Fira de Barcelona.

El terreno
es propiedad de Fira 2000, una sociedad de la que forman parte la Generalitat
de Catalunya, la Diputación, los ayuntamientos de Barcelona y l’Hospitalet,
la Cambra de Comerç y el Àrea Metropolitana de Barcelona.
Bajo el paraguas de Fira 2000 se desarrolló urbanísticamente
lo que ahora es Fira Gran Via. El gran recinto ferial de 240.000 m2 inaugurado
en el 2007 podía haber sido aún más grande. En uno
de los extremos, al lado del palacio 8, quedó un terreno sin urbanizar
y ahí es donde ahora se ubicará lo que la Generalitat denomina
“campus administrativo”.
A petición
de la Generalitat, el Ayuntamiento de Barcelona realizó una modificación
del Plan Especial Urbanístico para cambiar el uso. El verano pasado
salió a concurso el terreno para construir el edificio de oficinas,
el “campus administrativo”. Fue adjudicado a Zumaran, una sociedad del
grupo Axa que invertirá 50 millones de euros en levantar el edificio
en el solar que ha adquirido en régimen de concesión administrativa.
El proceso
urbanístico ya debería estar finalizado pero los trámites
en el Ayuntamiento de Barcelona se están alargando por un ajuste
técnico de los límites del solar implicado en la operación
que han obligado a suspender la aprobación definitiva y aplazarla
hasta octubre. Unos ajustes similares en el periodo de aprobación
inicial ya retrasaron el procedimiento público a principios de año.
Más allá de los obstáculos en los flecos del papeleo,
en el Departament d’Economia de la Generalitat tienen clara la apuesta,
que cuenta incluso con el proyecto arquitectónico realizado.
El complejo
de oficinas tendrá 46.000 m2, repartidos en dos edificios con forma
de H y un máximo de seis plantas unidos por un zócalo en
la planta baja, además de una planta subterránea de aparcamiento.
El proyecto ha sido diseñado por el estudio Batlle i Roig sobre
el solar que ocupa 16.407 m2, de los cuales el 70% tiene la calificación
de equipamiento comunitario. El espacio restante será un pequeño
parque urbano con algo de verde entre el asfalto que quedará similar
a la zona contigua de entrada al recinto de Fira de Barcelona.
Cuando el edificio
esté levantado se espera que el ramal de la línea 10 de metro
también sea una realidad. De momento se prevé una inversión
de 44 millones en el 2017 –15 de ellos los pondrá el Ayuntamiento
y el resto la Generalitat– para abrir dos estaciones de la L10. Las dos
estaciones que se abrirán son Foneria y Foc Cisell, la más
cercana a la nueva zona de oficinas proyectada por el Govern.
Al lado del
lugar al que se trasladarán los funcionarios de la Generalitat hay
un edificio que comercializa Aguirre Newman en el que se ofertan más
de 20.000 m2de oficinas de alquiler. Unos metros más allá
se levanta otro edificio también con espacios de trabajo. A todo
ello hay que sumar los cerca de 2.000 pisos que tiene previstos el Consorci
de la Zona Franca en el vecino barrio de la Marina del Prat Vermell. Es
el gran espacio de crecimiento de la ciudad a corto plazo. Parece que las
grúas han llegado para quedarse unos cuantos años.
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