En el informe
se considera que el precio de la vivienda en España "no sólo
ha tocado suelo, sino que continuará su senda de paulatino crecimiento
en los próximos meses". A pesar de que el "optimismo sobre la situación
futura de la economía parece moderarse" se propiciará la
compra de vivienda, sobre todo de reposición o con carácter
de inversión. El primer semestre de 2016 el mercado inmobiliario
ha mostrado una evolución positiva en su conjunto, y la creación
de empleo derivada del mayor crecimiento económico, el avance del
crédito en un contexto de estabilidad financiera y el cambio de
expectativas en torno al sector justifican el crecimiento de las ventas
y de la iniciación de vivienda entre enero y junio.
De cara a la
segunda mitad del año, el banco espera que el sector residencial
continúe "avanzando por la tendencia de crecimiento, si bien, la
moderación económica esperada para los últimos meses
del ejercicio sugiere un menor crecimiento de las ventas de vivienda respecto
a las registradas en el primer semestre". También la incertidumbre
en torno a las decisiones de política económica podría
tener cierto reflejo en la demanda.
Por su parte,
BBVA considera que la actividad inmobiliaria continuará apoyándose
en el crecimiento de la demanda y en la paulatina absorción de la
sobreoferta de viviendas, lo que augura un final de año con un crecimiento
notable, aunque desde niveles relativamente bajos.
En este sentido,
subraya que el crecimiento de las ventas de viviendas en un entorno de
oferta cada vez más reducida oferta augura que el precio siga mostrando
una tendencia de crecimiento en términos globales en los próximos
trimestres.
Esto no exime
a que los mercados menos activos continúen sin mostrar avances en
el precio de la vivienda, pues la heterogeneidad geográfica seguirá
estando presente en el mercado inmobiliario español.
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