El proyecto
incorpora dos elementos que actúan como filtros que median entre
las experiencias exteriores e interiores, sino también entre las
dimensiones clásicas y orgánicas distintivas de la propuesta.
Uno de los filtros media entre el ritmo formal de la estructura enterrada
y la exuberancia del jardín interior y se eleva hasta tomar la forma
de una enorme tela de vidrio que ilumina tanto la galería y las
aulas. El segundo filtro es el largo cuerpo de luces - también conocido
como el 'Teatina' - que une la plaza de jacarandá con el jardín
interior, la captura de la luz y su canalización hacia las profundidades
del nuevo edificio.
Los arquitectos
han tratado de crear un ambiente contemplativo. Su propuesta se afirma:
"El pabellón del Paseo Colón refleja en las aulas; el pabellón
de la biblioteca en la sala de exposiciones; y la plaza de jacaranda en
el jardín interior. Este posicionamiento de los elementos evoca
la imagen paradigmática de los pabellones del Romanticismo, o el
templo circular sobre la gruta. El elemento clásico - con su orden
severa - y la construcción orgánica con su orden sensible”.
En la capa
más profunda de la geología generada por el nuevo museo,
una gran sala se concibe, transparente y flexible. Los arquitectos proponen
que el espacio será 'iluminado por un rayo de luz que sale en la
superficie para capturar el brillo exterior, una grieta cubierta de exuberante
vegetación que forma un espacio exótico, húmedo y
específica que contrasta con el silencio, seca y universal el espacio
de la sala de exposiciones’.
En el exterior,
una plaza con un bosque de árboles de jacaranda se encuentra junto
al edificio existente MALI. La plaza evocará los tradicionales patios
de Lima, y actuará como el "vestíbulo" que lleva en el parque
y Mali. También establecerá las vías de circulación
de los visitantes, llevándolos a diferentes entradas a los diversos
espacios presentes en el nuevo edificio. Los arquitectos también
proponen la restauración a su antigua gloria de las magníficas
copas de los árboles que una vez existió sobre el Parque
de la Exposición.
Tras la ceremonia
de anuncio de los finalistas y el proyecto ganador, el presidente del MALI,
Juan Carlos Verme, destacó la gran convocatoria internacional que
tuvo el concurso.
Verme agregó
que, tras la elección del proyecto ganador, "hay ulteriores consultas
que hacer con los arquitectos, ya que es un proyecto muy cuajado, al que
queremos hacer algunos ajustes en consenso con los arquitectos."
Sobre la financiación
indicó que esperan aplicar el sistema de Obras por Impuestos, que
en Perú permite las inversiones privadas en obras de interés
público a cambio de exenciones tributarias.
"Buscamos que
este espacio nos permita articular distintos discursos museográficos,
lo que partió con una idea de ampliación de arte contemporáneo,
ahora no sabemos si a lo mejor pueda permitirnos hacer grandes muestras
temporales", dijo.
Verme resaltó
el "esfuerzo de un grupo humano, porque desde el MALI somos una asociación
civil que colaboramos con la empresa privada y con el gobierno regional
y central para en conjunto hacer proyectos de contenido artístico
y cultural en beneficio de los ciudadanos de Lima y de los visitantes que
la recorren".
El MALI señaló,
en un comunicado, que los proyectos fueron evaluados durante esta semana
por un jurado internacional que destacó que la convocatoria llegó
a "miles de arquitectos en más de medio centenar de países",
según dijo el director del concurso, Gary Leggett.
Los jurados
fueron la alemana Kristin Feireiss, el norteamericano Guy Nordenson, el
chileno Teodoro Fernández, el peruano Paulo Dam, y Juan Carlos Verme,
además de contar como asesor principal con el belga Chris Dercon.
La convocatoria
invitó a arquitectos de todo el mundo a proyectar un nuevo edificio
de 6.000 metros cuadrados en un terreno ubicado en la esquina de las avenidas
Garcilaso de la Vega y Paseo Colón, en el centro histórico
de la capital peruana, que fue cedido en comodato por la Municipalidad
Metropolitana de Lima.
Las propuestas
"debieron considerar el diseño, esencialmente a subsuelo, de galerías
dedicadas a la exposición permanente de las colecciones de arte
contemporáneo -que hoy cuenta con más de mil obras- una biblioteca
habilitada para 40.000 libros, aulas para cursos, un nuevo café,
espacios para talleres y almacenes, y una plaza pública", agregó
el MALI.
Se pidió,
además, que se considere la relación del nuevo edificio con
el acceso a la futura estación de las líneas 2 y 3 del metro
de Lima, que se ubicará en el cruce de las dos avenidas que colindan
con el terreno.
El MALI tiene
su sede en el Palacio de la Exposición de Lima, construido en hierro
en el siglo XIX y que alberga más de 17.000 obras que recorren 3.000
años de historia, desde las primeras civilizaciones andinas hasta
nuestros días.
En sus salas
de exhibición permanente se muestra una selección de 1.200
piezas, desde el arte precolombino hasta mediados del siglo XX, además
de patrocinar la investigación académica y su difusión
mediante exposiciones, publicaciones y una intensa programación
de auditorio, un programa educativo sobre arte, una biblioteca y un archivo
de arte.
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