La consolidación
fiscal, que va a seguir hasta 2019, no puede ser un límite que paralice
la necesidad de seguir invirtiendo, pero hay que hacerlo a través
de fórmulas que permitan compatibilizar el ajuste del gasto público
con esas nuevas inversiones, a través de financiación privada.
Sería
preciso invertir de forma sostenida durante los próximos 10 años
entre 1,7 y 2,4 veces más que el nivel actual de inversiones. En
millones de euros, esto implicaría invertir entre 38.000 y 54.000
millones de euros cada año.
¿Es
suficiente una inversión en infraestructuras en España equivalente
al 1,9% del PIB? En términos de la UE28, los últimos datos
publicados por Eurostat confirman un ratio inversor del 2,8% del PIB europeo
en 2015/2017, por lo que podríamos responder que nuestra inversión
pública es inferior en 10.000 millones de euros anuales respecto
del nivel que nos debería corresponder. No obstante, si nos comparamos
con las cuatro primeras economías europeas, que deben ser nuestra
referencia, el gap inversor es mucho mayor. Así, mientras España
tiene programada una inversión anual durante dicho periodo de 23.766
millones de euros, Italia, Alemania, Reino Unido y Francia invertirán
anualmente 35.300, 65.000, 65.700 y 76.166 millones de euros, respectivamente;
es decir, entre vez y media (Italia) y más de tres veces (Francia)
la inversión pública anual española.
Ya hace un
año que la consultora A.T. Kearney consideraba que España
debía invertir de forma sostenida entre 38.000 y 54.000 millones
anuales en los próximos 10 años y centrarse en ocho áreas
prioritarias: agua, energía, infraestructuras sociales, de transporte,
medio ambiente, digitales, urbanismo y mantenimiento.
Según
un estudio elaborado por A.T. Keraney y encargado por la patronal de grandes
constructoras, Seopan, esta inversión crearía entre 500.000
y 750.000 empleos anuales directos e indirectos y generaría en la
década entre 700.000 millones y 1 billón de euros de actividad
económica.
El informe
reconoce que a pesar de que España presenta un buen "stock" de infraestructuras
en algunos ámbitos (red de carreteras de alta capacidad, red ferroviaria
de alta velocidad, aeropuertos y puertos), tiene importantes carencias.
Este déficit
se observa en el mantenimiento de las infraestructuras, en el transporte
de mercancías, infraestructuras logísticas, redes secundarias,
accesibilidad y movilidad urbana, equipamientos para los ciudadanos y telecomunicaciones
en comparación con los países europeos de referencia.
No obstante,
A.T. Kearney considera que España destaca en infraestructuras de
altas prestaciones frente a estos países, según ha señalado
en un acto presentado por el presidente de la Agencia EFE, José
Antonio Vera.
España
está un 90 % por encima en la dotación de carreteras de alta
capacidad, con 14.500 km, y un 270 % por encima en AVE con unos 2.500 km,
ha señalado el presidente de la firma, Eugenio Prieto.
Sin embargo,
la dotación en ferrocarril convencional es un 55 % inferior a la
mediana de Alemania, Italia, Reino Unido y Francia.
En infraestructuras
de agua, España ha invertido un 56 % menos que los países
de referencia y sufre pérdidas en el abastecimiento de hasta el
26 %. Las principales líneas de actuación son plantas y redes
de abastecimiento, tratamiento, sistemas de riego, canales o embalses.
En energía,
presenta la menor interconexión gasista con Europa de los países
europeos pese a que tiene la mayor capacidad de regasificación.
Además, también tiene que avanzar en el cumplimiento de los
objetivos en renovables y de interconexión eléctrica.
En infraestructuras
hospitalarias, España está un 25 % por debajo que Francia,
Alemania o Reino Unido y la inversión realizada durante los últimos
años en educación y justicia ha sido un 40 % y un 50 % a
ellos. Por ello, la consultora aboga por más hospitales, residencias,
escuelas, modernización de universidades, juzgados o cárceles.
En infraestructuras
de transporte la situación es buena aunque existen deficiencias
en mercancías y logística. La cuota de transporte de mercancías
por ferrocarril en España fue del 4 % en 2013, lejos del 28 % de
Alemania. También se debe avanzar en plataformas logísticas,
conexiones portuarias, carril bus, carreteras o ferrocarril convencional.
En las infraestructuras
de medio ambiente, España también está por detrás
en sistemas avanzados de tratamiento de residuos urbanos e industriales.
Como líneas de actuación destacan las plantas de reciclaje,
incineradoras, reforestaciones o la regeneración de playas.
En el campo
digital, España tiene que avanzar en la agenda digital o en la cobertura
4G, mientras que en urbanismo se precisan mejoras en movilidad, cercanías,
soterramientos de vías, aparcamientos o rehabilitación.
En el caso
del mantenimiento de infraestructuras en España, está un
50 % por debajo de los países comparables en vías de alta
capacidad y un 15 % menos en ferrocarril.
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