Con las recientes
innovaciones de fabricación en 3D viene el peligro de un nuevo tipo
de arquitectura producida en masa, pero esta tecnología puede ser
una ventaja para el arquitecto innovador, ya que tendrá la oportunidad
de responder adecuadamente a un proceso que de otro modo sería demasiado
costoso.
No vale la
pena la impresión en 3D para los edificios tradicionales tipo cubo.
No vale la pena pensar en el uso de robots para construir edificios regulares.
La oportunidad es utilizar esta fantástica tecnología digital,
paramétrica, y aportas soluciones novedosas a las cuestiones estéticas
de la edificación.
El arquitecto
debe pensar en las consecuencias de esta revolución tecnológica.
Un punto importante de discusión en un futuro próximo será
el hecho de que los constructores son reemplazados por las máquinas.
Hay ventajas
y desventajas simultáneas a esta técnica. Estos robots son
dirigidos por un sistema de modelado de información de edificios
y una de las ventajas es que es mucho más rápido, ocho semanas
en lugar de ocho meses.
En breve veremos
un edificio que se construirá por robots, solamente por robots.
Desde la producción de los elementos de la fábrica, a la
construcción del edificio real, sólo por robots. Si esto
se lleva a cabo en una escala global provocará una revolución
en una industria que se ha mantenido fiel al ladrillo y la argamasa durante
5000 años.
La próxima
revolución en la arquitectura vendrá de la mano de la robótica
y cambiará un modelo que ha durado 5000 años.
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