La patronal
Seopan encarga a Sener, Deloitte y Uría la confección de
un catálogo de proyectos con su marco de financiación, que
entregará al Gobierno en septiembre.
Este nuevo
trabajo parte de un estudio previo realizado por la consultora estratégica
AT Kearney. Entre las obras que los constructores consideran imprescindibles
sobresale el cierre de la circunvalación M-50 de Madrid, el parque
de nuevas plantas de depuración necesarias para cumplir con la directiva
marco del agua o las conexiones ferroviarias de varios puertos de interés
general para la salida y entrada de mercancías.
De los 100.000
millones programados, un 11% corresponde a proyectos de agua, un 32% a
obras en carreteras (nuevas y mantenimiento) y un 57% a infraestructuras
ferroviarias. Parte del plan se apoya en la colaboración con el
sector privado mediante fórmulas concesionales. Ayer, la ministra
de Fomento, Ana Pastor, advirtió sobre la necesidad de revisar este
tipo de instrumentos extra presupuestarios cuando el coste del capital
se encuentra en niveles históricamente bajos. Pastor volvió
ayer a tender la mano al sector para resolver la crisis de las autopistas
con su propuesta de crear una empresa nacional de peajes.
La presentación
del catálogo tuvo lugar ayer en Santander durante las jornadas sobre
infraestructuras organizadas por Seopan en la Universidad Menéndez
Pelayo. "En 2016 se va a producir un agravamiento de la recesión
en el sector de la construcción, con lo que sumamos 9 años
de crisis consecutivos", apuntó Julian Núñez para
alertar de la difícil situación de los grupos de infraestructuras
por la fuerte caída de la licitación pública. "España
ocupa el último lugar de la UE por ratio de inversión por
habitante y las perspectivas para los próximos cuatro años
no son halagüeñas", dijo.
INGENIERÍA
Tecniberia,
la patronal que aglutina a las empresas de ingeniería, demanda la
urgente formación de un Gobierno que cuente con un amplio apoyo
parlamentario que sea capaz de reactivar, entre otros puntos, la demanda
interna de servicios de ingeniería, de forma que se garantice la
supervivencia del sector.
Tras las elecciones
del pasado 26 de junio, Tecniberia subraya que después de seis meses
de gobierno en funciones retrasar aún más la formación
de un nuevo Ejecutivo sería "una grave irresponsabilidad de consecuencias
políticas y económicas impredecibles".
En un comunicado,
la patronal considera que es urgente la constitución de un gobierno
que cuente con un amplio apoyo parlamentario y que sea capaz de relanzar
la economía española, hacer las reformas y los ajustes necesarios
para ello y gestionar acontecimientos recientes, como el brexit.
Asimismo, el
sector de la ingeniería española demanda una reactivación
del mercado interno para el mantenimiento de su tejido empresarial, al
entender que actúa como palanca para la exportación y que
contribuye decisivamente a la economía nacional y al prestigio de
España en el mundo.
Por ello, Tecniberia
busca ponerse a trabajar con el nuevo Ejecutivo lo antes posible a fin
de entablar "de inmediato" una relación de colaboración constructiva
que revierta esta situación, reactivando la demanda interna de servicios
de ingeniería.
En este sentido,
la patronal sostiene que en el sector de la ingeniería y, en general,
de la construcción y la edificación, la licitación
de proyectos de obra y servicios públicos que ya "venía cayendo
en picado" por la crisis, ha sido meramente simbólica durante estos
últimos meses.
"No se está
licitando ni siquiera lo urgente y se continúan adjudicando proyectos
y obras con bajas altísimas, en concursos que en la práctica
son subastas y que dinamitan los criterios de calidad y alto valor técnico
que habían sido tradicionales en España", sostiene Tecniberia.
Además,
insiste en que el mercado local compensa la volatilidad de la actividad
internacional, colabora en la formación y puesta en valor de las
ingenierías locales y ayuda a mejorar la competitividad de las empresas.
"Sin mercado
y sin inversión domésticos, las empresas de ingeniería
se ven obligadas a competir en condiciones de inferioridad frente a otras
que cuentan con la inversión e impulso económico de sus gobiernos",
lamenta.
Así,
en países en los que no existe demanda de servicios de ingeniería,
las compañías acaban por desaparecer o son absorbidas por
otras de carácter global, la innovación se estanca y los
ingenieros acaban por emigrar. "Es el caso de España en los últimos
8 años", apunta.
Además,
recuerda que el sector sobrevive actualmente gracias a la cartera internacional
y suma una facturación de 3.400 millones.
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