Es el caso
de Neinor Homes, en cuyo modelo de profesionalización el big data
es un elemento clave para la toma de decisiones. "La plataforma de uDA
permite saber qué vivienda se vende, en cuanto tiempo y a qué
precio, además de su rentabilidad bruta y los precios futuros de
la misma", apuntan en esta empresa en declaraciones al periódico
el País, que ofrece información de 30 indicadores inmobiliarios
y trabaja con más de una decena de promotoras de Madrid y Barcelona.
En el caso
de una agencia inmobiliaria, el big data prioriza los inmuebles a captar
y clasifica los activos para dar salida a los más rentables con
mayor rotación. Un inversor internacional con negocios en varios
países va a saber en tiempo real dónde invertir y en qué
tipo de activo, en qué estado y en qué zona concreta. E imprescindible
resulta para los servicers, compañías que surgieron de la
necesidad de tener que gestionar carteras de cientos de miles de activos
en localizaciones muy heterogéneas. "Este tipo de tecnología
es imprescindible en un mercado como el actual donde los clientes son cada
vez más exigentes", señala José Peral, director de
Comercialización y Marketing de Solvia.
Un paso más
adelante están los gestores de centros comerciales, para los que
la herramienta se ha vuelto esencial. "Permite recopilar información
no solo de datos sociodemográficos, sino también hacer análisis
predictivos del comportamiento de los clientes, como el tiempo que pasan
en un centro comercial, cada cuánto vienen y el uso que hacen de
redes sociales", aclara Enrique Martínez-Laguna, vicepresidente
de CBRE España en declaraciones al periódico el País.
La consultora comenzó a aplicar el big data en el marketing de retail
en 2014. Esta consultora lo emplea en 13 centros comerciales, lo que le
ha permitido obtener una base de datos de unos 100.000 usuarios.
Lo cierto es
que el uso de esta tecnología, que cuesta desde 600 hasta 1.500
euros al mes, supone una mejora clara en productividad. "Con los mismos
recursos se puede multiplicar por tres el número de la operación
acortando los tiempos de decisiones y aumentando la facturación
a lo largo del año", expone Toribio.
Aún
estamos en un momento incipiente de su implantación en las compañías.
Se calcula que más de 100 empresas, las de mayor volumen y punteras,
lo emplean. "Está más avanzada su implementación en
firmas de gran tamaño con posibilidad de invertir en esta tecnología
y esperar el retorno de esta inversión. Compañías
más pequeñas lo irán adaptando poco a poco y veremos
cómo empresas de fuera del sector se adentran en el mercado inmobiliario
gracias a las posibilidades que brinda esta tecnología. Es una tendencia
imparable", apuntan en JLL en declaraciones al periódico el País.
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