Empresas como
la promotora Attikos ha tomado una decisión firme apostando por
este tipo de soluciones a la hora de dar a conocer el producto.
Una primera,
consistiría en ubicarse con la tecnología de realidad virtual
en un espacio virtual y poder visualizar el entorno que nos rodea en un
ángulo de 360º con una simple rotación sobre nosotros
mismos. Se trata de una simulación bastante sencilla pero que aporta
mucho valor, ya que con ella se consigue una buena percepción espacial,
así como el efecto del diseño del ambiente, con acabados,
materiales, mobiliario…
Una segunda
experiencia requiere de un usuario algo más experto, no obstante,
resulta también bastante instintiva. En este segundo escalón
de realidad virtual el usuario puede recorrer los espacios trasladándose
a través de ellos e incluso es posible la interacción con
la arquitectura. Podría permitir seleccionar el color de las paredes,
visualizar distintos acabados de puertas, solados… Se trata de una experiencia
de realidad virtual muy próxima a los videojuegos en los que el
usuario toma decisiones que permiten personalizar el entorno virtual.
Para disfrutar
de la realidad virtual se necesitan dos dispositivos esenciales: las gafas
que contienen la pantalla que envolverá los ojos, y el dispositivo
informático donde poder descargar la aplicación que generará
el entorno virtual (un ordenador, una consola o un smartphone). Con estos
dos dispositivos el usuario se sumerge dentro del entorno virtual por medio
de unas gafas que disponen de unas lentes que amplían el ángulo
de visión creando la sensación de estar dentro de la escena.
Además, se genera una imagen 3D que aumenta la sensación
de realismo.
Un ejemplo
de realidad virtual llevada a la comercialización del producto inmobiliario
es el que presenta la promotora Attikos en su promoción de apartamentos
Attikos Gandía, ubicada en Gandía, costa de levante. Han
llevado a cabo un levantamiento virtual de distintos espacios de la promoción,
como son los salones de las viviendas tipo y algún exterior, de
manera que el cliente potencial que se acerca a la promoción y no
logra entender los espacios, dimensiones y planos pueda entender la propuesta
arquitectónica que se ofrece.
La realidad
virtual avanza en el sector inmobiliario
La visita
virtual en sus distintas escenas está concebida como una vista desde
un punto fijo que permite con una simple rotación de cabeza o sobre
su mismo eje la experiencia única de sentirse dentro de un espacio
virtual con total sensación de realismo. Ante la imposibilidad de
llevar a cabo una visita física de la vivienda finalizada durante
la construcción de la promoción, el potencial cliente tiene
la posibilidad de conocer el edificio con una experiencia muy cercana y
satisfactoria.
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