En el sector
privado, algunas de las empresas más grandes de Estados Unidos,
incluyendo AT & T, Cisco, IBM e Intel, han formado una alianza estratégica
que va a construir una infraestructura de ciudades inteligentes en tres
ciudades de Spotlight - Atlanta, Chicago y Dallas. Esta alianza trabajará
para resolver problemas de la comunidad con soluciones que construyen una
infraestructura conectada, incluidos los contadores de servicios públicos,
alumbrado público y sistemas de agua.
Un buen estudio
de caso de la iniciativa Smart Cities es lo que está sucediendo
en Dallas, el hogar de 21 compañías de Fortune 500 en el
área metropolitana. Allí, el movimiento para convertirse
en una ciudad inteligente está siendo impulsado por la Alianza Innovación
Dallas, una asociación de funcionarios públicos y empresarios
privados que trabajan para construir un modelo de ciudad inteligente en
la zona de West End que pueden llegar a cubrir toda la ciudad. El modelo
incluye una triple estrategia: infraestructura, movilidad y estar conectados.
Dallas es una
ciudad importante liderando la forma de aprovechar los datos grandes (Big
Data / Open Data) y la forma de manejar y analizar de forma adecuada su
potencial.
Esta enorme
ola de datos que supone que casi no puede funcionar ningún gobierno
o negocio sin al menos un conocimiento básico de la potencia de
los datos, cómo aprovecharla, analizarla y sacar consecuencias.
Todo el mundo
va a tener que aprender cómo manejar y trabajar con datos para tener
éxito en el futuro.
El efecto urbanístico
es la resolución de los datos para desarrollar soluciones inteligentes
de la ciudad para mejorar la infraestructura de la ciudad, por ejemplo,
mejorar la seguridad pública. Ya hay una aplicación de estilo
Waze donde los usuarios pueden reportar crímenes para alertar a
otros usuarios. Otras aplicaciones sirven para alertar de la falta de transporte
público y ya hay ciudades con un sistema de autobuses eléctricos
sin conductor que transportan pasajeros en la ciudad. O el uso de tarjetas
que se puede utilizar en todo el transporte público para hacer los
pagos y que comunican datos de uso, destino, etc.
Todo esto relacionado
con el internet de las cosas, que permitirá que miles de sensores
de tráfico, temperatura, etc. se relacionen entre sí y generen
millones de datos.
En Madrid,
el uso de los dispositivos móviles y las redes sociales permite
que los ciudadanos sean capaces de comunicar al instante cuestiones tales
como fugas de agua, problemas de tráfico o de seguridad pública,
desperfectos en un parque infantil, etc.
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