Por último,
el documento incluye los criterios de gestión que se aplicarán
en las fases sucesivas, de evaluación previa, a partir de los indicadores
socioeconómicos de idoneidad de las actuaciones y justificando el
criterio de vulnerabilidad.
La aprobación
de la Estrategia de Regeneración Urbana de Castilla y León
es el cumplimiento de un compromiso del presidente de la Junta de Castilla
y León para el primer semestre del año, y su borrador ha
estado disponible desde el pasado mes de abril en el apartado de Participación
Ciudadana del Portal de Gobierno Abierto con el fin de propiciar un amplio
debate entre las administraciones públicas, los agentes del sector
inmobiliario y del sector de la construcción sobre el medio urbano
y lograr así el mayor consenso posible respecto de la orientación
con que deben abordarse los procesos de rehabilitación, regeneración
y renovación urbana en Castilla y León.
El documento
aprobado por el Consejo de Gobierno, a propuesta de la Consejería
de Fomento y Medio Ambiente, servirá también de ayuda a los
ayuntamientos en la elaboración de sus propios inventarios municipales
de sus áreas vulnerables y estrategias municipales de rehabilitación.
Igualmente la Estrategia pretende priorizar las actuaciones de rehabilitación,
regeneración y renovación urbana en el ámbito municipal
y proponer una valoración comparativa a escala regional y un seguimiento
de las actuaciones.
Esta Estrategia
de Regeneración Urbana de Castilla y León, que no tiene carácter
normativo ni alcance planificador, aborda en su primer apartado la evolución
de las políticas europeas en esta materia y analiza las principales
diferencias entre las experiencias francesa, italiana, alemana e inglesa.
Entre los antecedentes más cercanos incluye el análisis de
los planes estatales de vivienda de los años 80 y sobre todo las
experiencias en esta Comunidad, en concreto del primer ARI declarado en
1998 ‘La zona de Platerías, Catedral y sus entornos en el Casco
Histórico de Valladolid’ hasta las últimas, como el ARI en
los barrios de San José Obrero y el Palo-Mirasierra, en Segovia.
El segundo
apartado que recoge la Estrategia aborda el diagnóstico y los objetivos
que se plantea el documento, ahondando en el principio de ‘vulnerabilidad’
para establecer y determinar cuáles son los espacios urbanos más
necesitados de intervenciones de rehabilitación y regeneración,
siguiendo las directrices de la Ley 7 /2014 de medidas sobre rehabilitación,
regeneración y renovación urbanas y sobre sostenibilidad,
coordinación y simplificación en materia de urbanismo. En
este sentido se introduce el Índice de Necesidad de Regeneración,
INR, instrumento que se aplicará a las futuras intervenciones en
los municipios de más de 20.000 habitantes, y que tendrá
en cuenta la variación de la población en este siglo, la
tasa de envejecimiento, la tasa de paro y la antigüedad del parque
de viviendas.
La Estrategia
establece también directrices para el desarrollo de las acciones
de rehabilitación, regeneración y renovación urbanas
y para la inserción de las actuaciones en el planeamiento urbanístico
e incluye un fichero de actuaciones que permite valorar la calidad de las
acciones propuestas. Estas fichas incluyen recomendaciones de proyecto
e indicadores de calidad y están referidas tanto a la edificación
existente como a la nueva, como al espacio público, infraestructuras
y servicios urbanos.
Por último,
el documento incluye los criterios de gestión que se aplicarán
en las fases sucesivas, de evaluación previa, a partir de los indicadores
socioeconómicos de idoneidad de las actuaciones y justificando el
criterio de vulnerabilidad que introduce la citada ley 7/2014; fase de
definición, por la que se justifica la idoneidad técnica
y viabilidad de los proyectos; y de evaluación de la calidad de
los mismos, en función de los ficheros elaborados que permiten su
análisis comparativo.
FICHERO DE
CIUDADES CON LOCALIDADES CON MÁS DE 20.000 HABITANTES
La Estrategia
de Regeneración Urbana de Castilla y León incluye también
un anexo titulado ‘Fichero por ciudades’ con las quince localidades de
la Comunidad con más de 20.000 habitantes, con un análisis
de cada término municipal, graduando sus áreas urbanas en
función de la mayor o menor necesidad de regeneración. Este
fichero pretende orientar y servir de referencia para que los municipios
elaboren sus propios inventarios de áreas vulnerables.
Esta nueva
herramienta de planificación viene a sustituir al Plan de Rehabilitación
Integral de Castilla y León (PRICyL), aportando una diferencia de
enfoque y una adaptación al nuevo marco normativo estatal y autonómico
sobre regeneración y renovación urbanas.
La Junta de
Castilla y León está reorientando sus políticas urbanas
con el objetivo de lograr ciudades de mayor calidad, en clave de sostenibilidad
y eficiencia energética, para lo que será determinante el
desarrollo de esta Estrategia de Regeneración Urbana aprobado hoy.
Las diferentes administraciones han destinado 260 millones de euros a hacer
posible el cambio urbanístico en Castilla y León, algo que
ha ayudado a la finalización de trabajos en 53 áreas de rehabilitación
urbana, 23 de los cuales están en marcha, y que afecta a 13.000
viviendas.
Además
de pasar por el Portal de Gobierno Abierto, el documento ha sido enviado
a más de 200 interesados, entre ayuntamientos, diputaciones provinciales,
Federación Regional de Municipios y Provincias, universidades, grupos
parlamentarios de las Cortes de Castilla y León, Delegación
del Gobierno en Castilla y León, etc.
DECLARACIONES
El consejero
de Fomento y Medio Ambiente, Juan Carlos Suárez-Quiñones,
compareció al término de la reunión del Consejo de
Gobierno para informar sobre la aprobación de la Estrategia de Regeneración
Urbana, que recordó toma el relevo del Plan de Rehabilitación
Integral de Castilla y León (Pricyl), que se presentó en
el anterior mandato. Además, destacó que la Junta ha cumplido
el compromiso que asumió en enero el presidente Juan Vicente Herrera
para que estuviera listo antes de que finalizara el primer semestre.
En ese sentido,
el consejero recalcó que la Estrategia se suma al desarrollo del
marco normativo, que concretó en la aprobación en 2014 de
la Ley de Regeneración, así como el decreto que llevó
los cambios de esta norma al Reglamento de Urbanismo de la Comunidad. También
destacó que se han destinado un total de nueve millones a la convocatorias
de ayudas a la rehabilitación para 2015 y 2016, con el objetivo
de que los edificios sean más “accesibles, más eficientes
y más habitables”.
Al respecto,
Suárez-Quiñones aseguró que la Junta está a
la espera de que se constituya el nuevo gobierno de España para
abordar la firma de un nuevo plan estatal de vivienda, con el objetivo
de “mejorar y ampliar” las intervenciones. El consejero de Fomento recordó
que este año finaliza el último rubricado con la ministra
en funciones del ramo, Ana Pastor.
Las diferentes
administraciones han destinado 260 millones de euros a hacer posible el
cambio urbanístico en Castilla y León, algo que ha ayudado
a la finalización de trabajos en 53 áreas de rehabilitación
urbana, 23 de los cuales están en marcha, y que afecta a 13.000
viviendas.
Sobre la estrategia,
el consejero precisó que no se trata de un paquete normativo o de
planificación urbana, sino de una “herramienta” o “guía”
para facilitar las actuaciones a las administraciones o al sector. Suárez-Quiñones
destacó que ayudará a los ayuntamientos a elaborar inventarios
con criterios homogéneos, así como a priorizar los proyectos
a las instituciones. Además, valoró la participación
pública en su elaboración, ya que destacó que intervinieron
más de 200 agentes.
Aborda en su
primer apartado la evolución de las políticas europeas en
esta materia y analiza las principales diferencias entre las experiencias
francesa, italiana, alemana e inglesa. Incluye un análisis de los
planes estatales de vivienda de los años 80 y sobre todo las experiencias
en la Comunidad, en concreto del primer Área de Rehabilitación
Integral (ARI), declarado en 1998 para ‘la zona de Platerías, catedral
y sus entornos en el casco Histórico de Valladolid, hasta las últimas,
como la actuación en los barrios de San José Obrero y el
Palo-Mirasierra, en Segovia.
El segundo
apartado aborda el diagnóstico y los objetivos que se plantea el
documento, ahondando en el principio de ‘vulnerabilidad’ para establecer
y determinar cuáles son los espacios urbanos más necesitados
de intervenciones de rehabilitación y regeneración. Además,
introduce el Índice de Necesidad de Regeneración, INR, instrumento
que se aplicará a las futuras intervenciones en los municipios de
más de 20.000 habitantes, y que tendrá en cuenta la variación
de la población en este siglo, la tasa de envejecimiento, la tasa
de paro y la antigüedad del parque de viviendas.
La Estrategia
establece también directrices para el desarrollo de las acciones
de rehabilitación, regeneración y renovación urbanas
y para la inserción de las actuaciones en el planeamiento urbanístico
e incluye un fichero de actuaciones que permite valorar la calidad de las
acciones propuestas. Estas fichas incluyen recomendaciones de proyecto
e indicadores de calidad y están referidas tanto a la edificación
existente como a la nueva, como al espacio público, infraestructuras
y servicios urbanos. Por último, el documento incluye los criterios
de gestión que se aplicarán en las fases de evaluación
previa, definición y evaluación de la calidad.
Además,
cuenta con un anexo titulado ‘Fichero por ciudades’ con las 15 localidades
de la Comunidad con más de 20.000 habitantes, con un análisis
de cada término municipal, graduando sus áreas urbanas en
función de la mayor o menor necesidad de regeneración. Este
fichero pretende orientar y servir de referencia para que los municipios
elaboren sus propios inventarios de áreas vulnerable
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