La alcaldesa
de Madrid, Manuela Carmena, apuntó a finales de mayo que se
permitiría al Real Madrid que, a cambio de renunciar a ampliar sus
dominios con el aparcamiento del Paseo de la Castellana, pudiera extenderse
hacia la plaza Sagrados Corazones. En otras palabras, cambiar el uso del
centro comercial La Esquina del Bernabéu para que pueda albergar
el hotel que se quería levantar junto a una de las principales avenidas
de Madrid.
El problema
es cómo se reorganizará la oferta comercial que también
se quería incluir en el marco de un proyecto de 400 millones de
euros. Ya que, de reconvertir el centro comercial en hotel completamente
se perderían lo casi 6.000 metros cuadrados que tiene para este
fin, porque desde el ayuntamiento han dejado claro que no permitirán
al club ganar más metros cuadrados de los que tiene actualmente.
El concejal
de Desarrollo Urbano Sostenible del Ayuntamiento de Madrid, José
Manuel Calvo, aseguró a mediados de marzo que es “perfectamente
viable” que el estadio Santiago Bernabéu cuente con un hotel y esté
cubierto, siempre que no suponga un incremento de la edificabilidad y no
ocupe la vía pública.
La Concejalía
de Desarrollo Urbano Sostenible, que dirige José Manuel Calvo, prevé
concretar ese acuerdo, cuando se cierre, “en un plan especial para la reforma
del estadio y la mejora de su entorno”, lo que, tal y como ha precisado
esta mañana Lasheras, excluye un aumento de la edificabilidad. El
Ayuntamiento tampoco permitirá la introducción de nuevos
usos del suelo o su recalificación. “El club ha presentado un borrador
de propuesta, aunque es prematuro adelantar un escenario temporal” para
la reforma, ha añadido Lasheras, porque “se está trabajando
aún en la mejora de la inserción del estadio en su entorno”.
La concejal
socialista Mercedes González ha criticado que el Ayuntamiento esté
planeando “un aumento del aprovechamiento” urbanístico del suelo
del estadio. Aunque el gobierno municipal ha negado este extremo, la clave
del desencuentro está en la cubrición del campo, que podría
aumentar la superficie construida del ámbito.
El proyecto
anterior de reforma del Santiago Bernabéu, planteado por el presidente
del Real Madrid, Florentino Pérez, y aprobado por el anterior gobierno
municipal, que presidía Ana Botella (Partido Popular), ha sido descartado
de plano por la Concejalía de Desarrollo Urbano Sostenible, tal
y como anunció José Manuel Calvo en diciembre y ha confirmado
esta mañana Juan Carlos Lasheras.
Aquel proyecto
permitía al Real Madrid cubrir su estadio, construir un centro comercial
y hotelero de 12.250 metros cuadrados en la fachada del paseo de la Castellana,
y hacer un aparcamiento subterráneo de 600 plazas. A cambio, debía
convertir el centro comercial de La Esquina del Bernabéu, entre
las calles de Concha Espina y Padre Damián, en un parque público;
ceder al Ayuntamiento cuatro parcelas en la calle de Mercedes Arteaga (en
el distrito de Carabanchel); y abonar 6,6 millones de euros en efectivo.
Pero el Tribunal
Superior de Justicia de Madrid anuló ese proyecto al considerar
ilegal el intercambio de suelo previsto, entre otros motivos por la distancia
(siete kilómetros) que separa el paseo de la Castellana y Carabanchel.
El gobierno municipal de Ahora Madrid indicó en diciembre que no
permitiría "alteraciones o cesiones del suelo público"; dado
que la nueva fachada de uso comercial y hotelero que el club quería
añadir al estadio junto a la Castellana suponía ocupar viario
público, el plan se convirtió en inviable.
LA OPERACIÓN
CALDERÓN, EN 2018
El Ayuntamiento
y el Atlético han alcanzado un acuerdo (que se anunciará
la semana que viene) para realizar una modificación puntual del
Plan General de Ordenación Urbana y una ordenación pormenorizada
del ámbito sobre el que se levanta el estadio Vicente Calderón
y la antigua fábrica de cerveza de Mahou. Sustituirá así
el planeamiento anulado a finales de mayo.
El nuevo diseño
reduce a la mitad el número de viviendas prevista anteriormente
(1.800) y limita a ocho pisos los bloques previstos, descartando así
levantar dos rascacielos gemelos de 36 alturas. La tramitación urbanística
se extenderá hasta primavera de 2018, siempre y cuando no surjan
nuevos imprevistos judiciales. Respecto a la M-30, el acuerdo incluye cubrir
la autovía con una cubierta vegetal en lugar de soterrar ese tramo.
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