El consejo
de la Gerencia Municipal de Urbanismo (GMU), dependiente del Ayuntamiento
de Sevilla, ha aprobado una sanción de 60.000 euros para Vías
y Construcciones por sus «continuos e injustificados» retrasos
a la hora de comenzar la edificación de dos bloques de viviendas
sociales de nueva planta en Los Pajaritos, en sustitución de los
edificios municipales de viviendas demolidos en 2014.
En rueda prensa
posterior al consejo, junto al gerente de Urbanismo, Ignacio Pozuelo, el
concejal delegado de Hábitat Urbano, Cultura y Turismo del Ayuntamiento
de Sevilla, Antonio Muñoz, ha explicado que desde Urbanismo se ha
rechazado además el plan de obra de la adjudicataria «al no
adecuarse al proyecto» y el director de obra presentado, que «no
cumple con los requisitos de titulación exigidos». Muñoz
explica que la empresa contaba con 18 meses para la ejecución de
las obras, de los que actualmente le quedan 15 meses, tras «perder
los primeros tres meses» y quedar paralizada por Urbanismo la obra
al instalar un cerramiento que «no cumplía los requisitos».
Sin embargo,
el contador de tiempo se ha vuelto a poner en marcha una vez que Urbanismo
le ha ordenado retomar las obras, por lo que si «en unos dos meses
no ha empezado aún, los técnicos analizarán la situación
porque es causa de resolución del contrato el que no le dé
tiempo a terminar la obra en el periodo estipulado».
De su lado,
Pozuelo incide en que la obra debía haber empezado en septiembre
de 2015 y recuerda que, antes de comenzar la obra, la empresa pidió
un modificado del proyecto, lo que supone «la primera vez que pasa»,
según subraya. «Si empieza la obra sólo por hacer un
paripé o con poco ritmo de obra y los técnicos demuestran
que no da tiempo a terminarla, se tendrá una causa de resolución
del contrato», recalca. En la misma línea, Muñoz insiste
en que la empresa «desde el primer minuto enseñó sus
cartas pidiendo un modificado del proyecto y más dinero»,
aspectos que fueron rechazados. «Todo esto es consecuencia de las
bajas, a veces suicidas, en las licitaciones», señala.
La obra en
cuestión supone el derribo de las 524 viviendas sociales municipales
del barrio de Los Pajaritos y su sustitución por bloques de viviendas
de nueva construcción.
En agosto de
2014, comenzaron los primeros trabajos de derribo de los antiguos bloques,
después de que se adjudicase la demolición de las manzanas
números 8 y 9 de Los Pajaritos, que sumaban un total de 96 viviendas.
Los derribos estaban precedidos por una operación previa para realojar
a las familias que habitaban las viviendas demolidas entonces y que serán
sustituidas por 62 nuevas viviendas en las calles Estornino y Gavilán.
Tras el derribo, se contratan de las obras de construcción de los
dos bloques de viviendas municipales, con un presupuesto base de 5.251.347
euros, IVA incluido, una cifra que quedó rebajada a 3.261.611 euros
al ser adjudicadas en junio de 2015 a la oferta presentada por Vías
y Construcciones SA. Ya en diciembre la Gerencia de Urbanismo iniciaba
un expediente de rescisión contractual, que se sustentaba en que
transcurridos cinco meses desde la firma del contrato no habían
comenzado las obras, pero que finalmente no pudo ejecutarse al «no
constar plazos parciales de cumplimiento».
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