El club recibirá
por los terrenos del Calderón menos de los 150 millones que se fijaban
para el anterior proyecto, pero en la estimación actual nunca ingresaría
menos de entre 120 a 130 millones. El dinero de la venta de esos derechos
urbanísticos iría para satisfacer buena parte del capital
del crédito solicitado a la financiera Inbursa de Carlos Slim, que
se efectuó con objeto de terminar la construcción del nuevo
estadio, y para los 30 millones que todavía quedan por pagar de
la parcela de Canillejas.
El nuevo diseño
de la Operación Calderón rebaja sustancialmente la cifra
de viviendas proyectadas (unas 1.800) y renuncia a los rascacielos; no
baja tanto la edificabilidad, dado que esas viviendas tendrán mayor
superficie. Pero dado que los ingresos previstos por la venta de los pisos
disminuyen, también se rebajan las cargas urbanísticas.
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