La primera
afirmación de Javier de Oro-Pulido, de Assets, respecto al tema
central del debate fue un rotundo “sí”, dejando claro que el suelo
es un claro activo estratégico. “Estamos en el mejor momento para
comprar una casa y todo el mundo es consciente de ello. Los precios de
vivienda no han dejado que crecer, aunque poco a poco, y en un futuro lo
harán más rápido que la inflación”, apunta
el director de Real Estate Assets.
Señala
también que los factores que promoverán este crecimiento
son aquellos como la inmigración y la demanda de suelo en las principales
ciudades, donde es tan inmensa que provoca que los precios del suelo se
disparen: “Aunque es cierto que los problemas de sueldo y bajos ingresos
dificultan ese acceso a la primera vivienda, seguimos creciendo lentamente
pero sin pausa”.
El poder de
la adaptación: nuevas vías de expansión
Desde 2014,
el mercado se ha roto y se han creado unas nuevas reglas de juego, lo que
se traduce en nuevas oportunidades. Itziar Mendizábal explica la
situación actual de la financiación bancaria, uno de los
causantes de la crisis, y no descarta en buscar otros caminos que no impliquen
a los bancos.
Habla de cuatro
principalmente, mencionando primeramente a los promotores locales (que
conocen exhaustivamente su terreno y se están adaptando al mercado),
las cooperativas (con menos riesgo comercial), los fondos internacionales
y las plataformas de “servicing“. Mendizábal concluyó su
intervención animando a los inversores internacionales a confiar
en el talento español y a los promotores que sean lo más
realistas posibles al presentar un proyecto.
Jesús
Abellán de Impulse Managment hizo hincapié en lo apetecible
que es el suelo como producto. Este atractivo le viene dado por su valor
residual hoy en día, aunque recalca que hace unos años llegó
a ser negativo. Lo cierto es que hoy crece y los focos se centran en Madrid
y Barcelona como ciudades principales.
Abellán,
que abrió una ventana al optimismo -”hay una clara oportunidad para
desarrollar naves industriales logísticas, porque no hay espacios
adecuados para ello”- concluyó su alocución con una visión
aún más positiva. “El suelo es un recurso limitado y tenemos
que seguir trabajando en la diferenciación del producto, por lo
hay que incorporar nuevos elementos que puedan ser apreciados”. En este
sentido, insistió en que también existe un mundo fuera de
las principales ciudades, donde hay un incremento de ventas silencioso
que tampoco para de crecer y da sus beneficios. Quizás, insistió,
“no a un ritmo exponencial”, pero suficiente como para incentivar la construcción
de nuevas viviendas.
Adolfo Blázquez,
de SAREB, también apoyó la visión de Abellán.
“No hay que olvidarse del desarrollo potencial que existe en otras áreas
nacionales donde hay menos concentración de población. Son
zonas son amplias, que también presentan incrementos de ventas de
suelo”.
|