Abellá,
de HIG Capital, considera que tras varios años en los que la inversión
inmobiliaria estaba concentrada en activos “distressed”, el mercado ha
entrado en una fase oportunista, con altos retornos y múltiples
alternativas en diversos segmentos como oficinas, logístico y residencial,
que están en las carteras de las entidades financieras y especialmente
de SAREB, aunque recalcó que se debe “añadir valor a estos
activos” a través de una gestión profesionalizada.
Entre los riesgos
apuntó a la posible salida de Reino Unido de la Unión Europea,
aunque la calificó como una “incertidumbre” capaz de generar oportunidades.
En la misma línea se expresó Dhruv Sharma, de Marcena Capital
LTD, que también señaló a los resultados electorales
como otro posible riesgo para la inversión extranjera.
Sharma cree
que la transparencia en materia fiscalidad es el factor determinante para
atraer al capital extranjero. En su opinión, si el sistema impositivo
es justo e igualitario para inversores locales y extranjeros España
puede competir con otros mercados y países.
Sharma también
afirmó que, en sus esquemas de inversión, han preferido evitar
el segmento residencial en favor de los edificios para usos corporativos
con menor exposición. No obstante, considera que, en la medida en
la que gane peso el comprador local sobre el extranjero, el residencial
ganará atractivo.
Abellá
coincide con Sharma y cree que la vivienda como activo para inversión
“aún no se ve con buenos ojos”, pues entraña más riesgos
y retornos menores, razón por la que la inversión en oficinas
y en rehabilitación de inmuebles es más interesante. También
aseguró que ya hay fondos anglosajones adquiriendo suelo en España,
aunque de forma puntual.
La compra de
suelo también fue un fenómeno que han detectado en Solvia,
como afirmó su director de Desarrollo de Inversiones, Mario Verdyguer.
En su opinión, esto se explica por la necesidad de compra de vivienda
por parte de nuevos compradores que se incorporan al mercado y que no ven
satisfechas sus demandas con el actual stock residencial
Si el esquema
fiscal es claro y transparente, en opinión de Gregg Gilbert, de
Benson Elliot Capital Management, “es un buen momento para invertir en
España”, que ofrece activos muy diversos que, con una adecuada gestión
que aporte valor, pueden ofrecer buenos retornos.
Gilbert considera
que, tras la ralentización producto de la crisis del sector inmobiliario,
el mercado actual dispone de muchos inmuebles, especialmente para usos
corporativos y hoteleros. Por su parte, Verdyguer, de Solvia, espera “un
buen 2016? en el segmento residencial, especialmente en las grandes ciudades
y capitales de provincia, gracias a la demanda potencial de nueva vivienda,
que debe enfrentarse a una financiación “más exigente”, lo
que ayudará a desarrollar un mercado de alquiler más dinámico
y a “estabilizar” el precio de la vivienda.
Sobre la financiación
a la inversión, Verdyguer señaló que se aprecian signos
de actividad, y que durante 2015 se han financiado operaciones de adquisición
de suelo por hasta el 50% de su valor y de promoción por hasta el
80% del total del proyecto.
En este sentido,
Abellá, de HIG Capital, considera que la financiación por
parte de entidades financieras a operaciones de inversión inmobiliaria
“vuelve, pero con dificultad”, y aunque es “más flexible”, predomina
la prudencia.
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