Desarrollo
de suelos o de derechos de edificabilidad.
Las compañías
pueden tener en sus balances reservas de suelo, parcelas sobrantes de desarrollos
que están en uso o derechos de edificabilidad no utilizados.
Todos estos
activos desaprovechados pueden ser objeto de venta o de edificación
para añadirles valor y venderlos cuando hayan alcanzado su máximo
potencial o mantenerlos en arrendamiento si serán útiles
en el futuro.
El desarrollo
implicaría dedicar recursos, pero existen estructuras de asociación
que permiten la construcción sin invertir recursos, lo que genera
valor y la opción de compartir las utilidades.
Sale and leaseback
Supone la venta
de un inmueble y el alquiler por el antiguo propietario del espacio. Es
una estructura que permite al propietario maximizar el valor del activo
y al inversor le ayuda a asegurar las rentas por el plazo del contrato,
que suele ser largo.
Es por esto
que se trata de una medida muy popular.
Las empresas
con necesidades de liquidez pueden pedir ese dinero prestado, pagar
un interés cada mes y devolver la cantidad en el plazo
acordado. En muchas ocasiones, para reducir el coste de la deuda,
ponen como garantía los inmuebles de la compañía.
Sin embargo, las empresas tienen otra alternativa, el sale and leaseback.
Este consiste
en la venta del activo y la firma de un contrato de alquiler de forma
simultánea. De esta forma, el vendedor sigue teniendo derecho
a utilizar el inmueble por la duración del contrato, a cambio
de una renta. El comprador habitual en estas operaciones son fondos de
inversión o family offices, que entran a valorar a detalle
las características del contrato de alquiler, especialmente, la
duración del contrato, la solvencia del vendedor o inquilino y la
estructura de costes.
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