El decreto,
elaborado con el consenso de los agentes económicos y sociales,
da cobertura jurídica a las viviendas alquiladas con finalidad turística,
que tras la modificación en 2013 de la Ley de Arrendamientos Urbanos
(LAU) habían quedado fuera de regulación y sujetas a normativas
sectoriales.
Con la última
modificación realizada a la Ley 29/1994, de 24 de noviembre, de
Arrendamientos Urbanos (en adelante LAU), donde encontraban acomodo los
alquileres de vivienda por temporada por la Ley 4/2013, de 4 de junio,
de medidas de flexibilización y fomento del mercado de alquiler
de viviendas, queda excluido de su ámbito de aplicación «la
cesión temporal de uso de la totalidad de una vivienda amueblada
y equipada en condiciones de uso inmediato, comercializada o promocionada
en canales de oferta turística y realizada con finalidad lucrativa,
cuando esté sometida a un régimen específico, derivando
de su normativa sectorial». Esta modificación se argumenta
en el propio preámbulo en el sentido que «en los últimos
años se vienen produciendo un aumento cada vez significativo del
uso del alojamiento privado para el turismo, que podría estar dando
cobertura a situaciones de intrusismo y competencia desleal, que van en
contra de los destinos turísticos; de ahí que la reforma
de la Ley propuesta los excluya específicamente para que queden
regulados por la normativa sectorial específica o, en su defecto,
se les aplique el régimen de los arrendamientos de temporada, que
no sufren modificación». La causa de esta modificación
fue recogida en el Plan Nacional Integral de Turismo 2012-2015, donde
indicaba que «se viene produciendo un aumento cada vez mayor del
uso del alojamiento privado en el turismo».
Las viviendas
con fines turísticos deberán disponer en Andalucía
de licencia de ocupación y cumplir en todo momento con las condiciones
técnicas y de calidad fijadas, entre las que figuran las relativas
a ventilación exterior, mobiliario, refrigeración, ropa de
cama, menaje y botiquín de primeros auxilios. Igualmente, han de
ofrecer a los usuarios información turística de la zona y
hojas de quejas y reclamaciones, así como un teléfono de
contacto para atender y resolver incidencias durante la estancia.
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