Según
la Junta, mientras se trate de un río, comunicado con varios arroyos,
y como aliviadero de la presa del Limonero, el cauce no se puede tocar.
No obstante, los servicios centrales de Medio Ambiente están analizando
una complicada solución global para integrar el río en la
trama urbana, en lo que ya trabaja el Ayuntamiento cara a la redacción
de un plan especial contemplado en el vigente Plan General de Ordenación
Urbanística (PGOU).
La integración
del río en Málaga no debe entenderse como la urbanización
del río, no es un suelo urbano y no se puede urbanizar estableciendo
senderos, zonas de ocio, de descanso, zonas deportivas, mobiliario urbano,
parques infantiles, etcétera, que no son compatibles con caudales
de avenida de inundaciones y con una obra de defensa. Por lo tanto, es
imposible darle un aprovechamiento ni un uso urbanístico, ni se
le puede dar autorización o licencia urbanística alguna.
El ayuntamiento
de Málaga sigue con la elaboración del plan especial, e intenta
hacer valer las ideas concurso realizado hace cuatro años sobre
el Guadalmedina y que ganó el arquitecto José Seguí.
Este arquitecto sugería convertirlo en un parque fluvial, algo totalmente
descartado por la Junta, como las opciones de embovedado.
El Ayuntamiento
de Málaga elaboró un estudio en el que se proponía
construir un cajón para soterrar el cauce entre los puentes de la
Aurora y de Armiñán y comunicar de este modo el Centro con
la Trinidad mediante una gran plaza. Respecto a este trabajo, encargado
por Ciedes al ingeniero Juan José Soto, la consejería explicó
que «no se puede pronunciar ya que no se trata de un proyecto concreto
que se somete a la autorización de la administración competente
del organismo de la cuenca, sino de una propuesta de ideas». No obstante,
insistió en que «las soluciones al cauce del río en
el tramo urbano se deberían plantear mediante un plan director global».
ANTECEDENTES
5 de abril
de 2016
NOTICIA
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PLAN ESPECIAL
DEL GUADALMEDINA (MÁLAGA)
¿Qué
aprendo?
Se analiza
en la guía práctica inmoley.com de planes especiales y en
la guía del urbanismo de Andalucía. El Plan Especial del
Guadalmedina es una figura contemplada en el vigente Plan General de Ordenación
Urbanística (PGOU). Este plan especial contempla la existencia de
una doble dimensión hidráulica y urbanística, cuya
plasmación material podría suponer una inversión de
150 millones de euros, a dividir en varios escenarios físicos por
la necesidad de garantizar siempre un caudal de 600 metros cúbicos
en el cauce. Un primer paso, el de la vía verde por el cauce, está
condicionada al visto bueno de la Consejería andaluza de Medio Ambiente.
La Junta de Andalucía permite que sendas de este tipo puedan cruzar
un cauce, pero no recorrerlo. Es por ello que la senda podría limitarse
desde el puente de Armiñán en dirección norte. De
momento, técnicos municipales preparan las bases de ese plan especial,
que se coordina desde el servicio de Planeamiento de la Gerencia Municipal
de Urbanismo y han resuelto dividir el río en seis tramos .Para
ello, están contando con algunas de las propuestas del concurso
de ideas celebrado en julio de 2012 y que ganó el equipo liderado
por José Seguí, quien apostaba por la conversión del
cauce en un parque fluvial.
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prácticas
Una vez
que estén fijadas las bases de lo que debe ser el plan especial,
la intención de Urbanismo es sacar a concurso su redacción,
para que la desarrollen arquitectos contratados al efecto.
El concejal
de Ordenación del Territorio, Francisco Pomares, confirmó
que el plan especial «se va a redactar» con independencia de
que la Junta firme o no el protocolo de intenciones, si bien todo apunta
a que en breve podría dar su visto bueno. No obstante, Pomares reconoció
que las actuaciones que se puedan proponer para lo que es el cauce del
río se van a encontrar probablemente con el rechazo de la Administración
regional. «La Junta es muy reacia a aceptar intervenciones en el
cauce. Ahora la normativa en este tipo de cuestiones es mucho más
dura, así que vamos a tener dificultades para sacar adelante el
plan especial del Guadalmedina», reconoció Pomares, quien
añadió que hacer hoy una obra como la Rambla de Almería
«no se habría permitido».
Por ello,
según otras fuentes consultadas, el Ayuntamiento es consciente de
que lo que haga finalmente en el Guadalmedina podría quedar reducido
a sus bordes –ampliación de espacios peatonales, reordenación
del viario, etcétera– y que las intervenciones en el cauce como
tal podrían ser mínimas o simplemente para mejorar lo que
ya existe, como el encauzamiento aguas abajo del puente de la Aurora, que
presenta un deficiente estado de conservación.
En cualquier
caso, todo dependerá de los informes que emita en su momento la
Junta y cualquier actuación que afecte al cauce obliga a realizar
estudios para recalcular el tránsito del agua, ya que el Guadalmedina
es un aliviadero de la presa del Limonero.
En principio,
el Gobierno andaluz no ve inconveniente en autorizar el proyecto de vía
verde ciclista y senderista presentado en septiembre del año pasado
y que cuenta con una partida de medio millón de euros, para su primera
fase, en el presupuesto municipal para este año. La única
condición es que no merme la capacidad de desagüe del río,
para lo que es posible que haya que adaptar algunas rampas proyectadas.
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