Para el alcalde,
Francisco Guarido, «lo novedoso de la sentencia del Supremo no es
tanto la ratificación de la sentencia del TSJ que da la razón
a la asociación de regantes, algo que era previsible a pesar del
recurso de reposición presentado por la anterior Corporación,
sino que defiende el criterio de desarrollo sostenible de acuerdo con la
previsión de incremento poblacional y las necesidades reales de
suelo y vivienda».
Los agricultores
y ganaderos aducían que el terreno recalificado estaba bajo protección
agropecuaria especial, además de manifestar que sobre esos suelos
se había materializado una importante inversión para la acometida
de la red de regadíos.
Estas peticiones
fueron atendidas en primer lugar por el Tribunal Superior de Justicia de
Castilla y León, que dio la razón a la asociación
de regantes. La anterior Corporación Municipal del Ayuntamiento
de Zamora, no obstante, interpuso un recurso de reposición contra
la sentencia del TSJ y el asunto se elevó hasta el Supremo, donde
la resolución ha sido ratificada.
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