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28 de marzo de 2016
 

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ARQUITECTURA ESPAÑOLA EN ACANTILADOS ¿Qué aprendo? Se analiza en las guías prácticas inmoley.com de la edificación. Por la firma de arqutiectura  GilBartolomé Arquitectos. Este proyecto ha tenido eco en la prensa internacional de arquitectura y ha sido calificado como una cueva contemporánea gaudiniana en la costa del Mediterráneo. Esta casa, diseñada por los arquitectos GilBartolomé, es un encargo privado hecho por una joven pareja que eligió una parcela difícil en una colina con una inclinación de 42 grados, frente al Mar Mediterráneo en España con vistas impresionantes. La tarea ha sido la integración de la casa en el magnífico paisaje que lo rodea y permite dirigir los espacios habitables hacia el mar. La forma de la casa y el techo metálico produce una ambigüedad calculada estética entre lo natural y lo artificial, entre la piel de un dragón situado en el suelo, cuando es visto desde abajo, y las olas del mar, cuando se ve desde arriba. Convertir conocimiento en valor añadido > Herramienta práctica >Guías prácticas

 

La casa se desarrolla en dos plantas: un gran salón con terraza, siguiendo la pendiente de la montaña, conectado a una terraza en voladizo con una piscina, y un segundo piso con habitaciones que tienen puntos de vista por encima del techo. La casa está enterrada en la ladera empinada y se beneficia de la temperatura anual constante de 19'5ºC del suelo. Los espacios de vida están cubiertos por una doble estructura curvada de hormigón armado, que juega con la geometría de la planta mientras que la elaboración de las vistas y la orientación de las corrientes de aire que vienen desde el mar hacia el interior. Se apoya en los muros de contención que son 14,5 metros de distancia unos de otros, sin otros soportes, columnas o paredes internas. Gracias a esto, el espacio principal de la casa, organizados en islas diseñados de actividad, también puede convertirse en un escenario y un auditorio para 70 personas y con una terraza auxiliar separada por una fachada de cristal móvil. El techo metálico produce una ambigüedad calculada estética entre lo natural y lo artificial, entre la piel de un dragón situado en el suelo, cuando es visto desde abajo, y las olas del mar, cuando se ve desde arriba. La construcción de la casa del acantilado se basa principalmente en la artesanía y la mano de obra local.

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