El grupo Izquierda
Unida llevará a la comisión de Cultura del Parlamento andaluz
la polémica suscitada en torno a la restauración del castillo
de Matrera en Villamartín (Cádiz).
En un comunicado,
la parlamentaria autonómica de Izquierda Unida Inmaculada Nieto
ha anunciado que ha registrado una pregunta para conocer la valoración
que realiza la Consejería de Cultura sobre el aspecto final que
presenta la torre del castillo, calificada Bien de Interés Cultural,
cuya cuestionada reforma ha tenido eco en la prensa mundial.
“Con independencia
de que la restauración cumpla con todos los parabienes legales y
la normativa prevista, no todos los resultados finales son iguales, por
lo que nos gustaría conocer si este es el resultado que esperaba
obtener la Consejería y si este es el mejor aspecto que podía
presentar tras la restauración”, sostiene la diputada.
Izquierda Unida
pretende conocer con esta iniciativa qué tipo de seguimiento ha
hecho la Consejería de Cultura con este proyecto de consolidación
y restauración del castillo, y si las obras realizadas están
adaptadas a todos los requisitos de un bien de interés cultural
de este tipo.
“La intervención
ha generado severas críticas por parte de la asociación Hispania
Nostra, que este año cumple cuatro décadas dedicada a la
defensa del patrimonio cultural, además de haber despertado un profundo
malestar ciudadano, dado el enorme impacto visual de la restauración
practicada”, asegura la diputada.
«Había
un proyecto de consolidación, pero no se llegó a tiempo y
en 2013 se produjo un colapso del muro norte y dos bóvedas. Hubo
que modificar el proyecto y consolidar lo que quedaba en pie, un lienzo
de muralla bastante esbelto, sobre el que existía bastante riesgo
de derrumbe», explica el arquitecto Carlos Quevedo Rojas, responsable
del proyecto «más de consolidación que de restauración»
que se ha llevado a cabo... y que tantas críticas ha suscitado.
«Es una
restauración demencial», juzga Carlos Morenés, vicepresidente
de la asociación para la defensa del patrimonio Hispania Nostra,
que en 2014 incluyó la fortaleza en su lista roja. En su opinión,
«han convertido la torre en un monstruito blanco con unas piedras
incrustadas», «rompiendo la estética» y «desvirtuando
la historia al dar una imagen que no tenía el castillo», cuando
podían haberse limitado a consolidar cuando aún había
en pie para evitar su derrumbe.
El arquitecto
entiende que la actuación resulte polémica. «La opinión
es respetable, las críticas constructivas y el debate enriquecedor,
pero no se puede valorar un proyecto tan complejo como éste con
una simple imagen», subraya, porque «detrás hay 5 años
de trabajo». «Ha sido un proyecto exhaustivo, hecho con rigor,
y todo tiene un porqué», añade, asegurando que también
han recibido felicitaciones de arquitectos, restauradores y arqueólogos.
Quevedo explica
que «se ha utilizado el mismo material con el que se construyó
el castillo» y no hormigón, como algunos sospechan, aunque
se le ha dado un acabado distinto porque «se ha buscado el que realmente
tenía la torre en su origen».
En cuanto a
la tonalidad blanca del acabado, el arquitecto argumenta que se debe a
la necesidad legal de distinguir los elementos añadidos a los históricos.
«Nuestra ley prohíbe la reconstrucción mimética,
para no falsificar el monumento», explica, por eso «la intervención
se tiene que diferenciar». Además, «se ha empleado esa
tonalidad porque la torre originalmente estaba revestida de un mortero,
de una argamasa blanca», según el estudio que han hecho de
las aristas y los pequeños detalles del revestimiento original que
aún quedan en el castillo.
Las obras del
castillo de Matrera han corrido a cargo de una empresa especializada en
restauración, Arcobeltia, que han trabajado en los Reales Alcázares
de Sevilla o en la Maestranza. También en su estudio de arquitectura,
Carquero, están especializados en obras de restauración,
con actuaciones en el Castillo de Morella (Castellón), las Murallas
del Albaicín (Granada), o el Castillo de Torreparedones (Baena,
Córdoba).
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