En 2013, Skylar
Tibbits del Laboratorio de autoensamblaje MIT introdujo una nueva frase
al léxico arquitectónico: 4D impresión. El concepto,
que se basó en la impresión en 3D y ha añadido la
dimensión del tiempo, describe los materiales que se pueden construir
a través de la impresión en 3D de tal manera que luego reaccionan
y cambian de forma en respuesta a un estímulo externo tal como calor
o humedad.
Tibbits demostró
su idea con un compuesto de dos materiales, pero ahora los investigadores
dirigidos por el científico de materiales Jennifer Lewis en la Universidad
de Harvard han ido más, la creación de un método que
produce los mismos efectos con un solo material.
Desarrollado
en conjunto por el Instituto Wyss de Ingeniería de la Universidad
de Harvard biológico inspirado y la Escuela John A. Paulson de Ingeniería
y Ciencias Aplicadas (SEAS), el nuevo proceso utiliza hidrogel que contiene
microescala "fibrillas de celulosa" que se expanden cuando se expone a
la humedad. Al alinear cuidadosamente estas fibras durante el proceso de
impresión inicial, el objeto final puede ser diseñado para
cambiar de forma en cierto modo cuando está mojado.
Los investigadores
también crearon un modelo matemático que pueden utilizar
para planificar la transformación que el objeto impreso será
sometido. El prototipo reacciona con el agua, sin embargo Lewis establece
que, con una fórmula diferente utilizada para el fluido de impresión,
la misma técnica podría concebiblemente puede utilizar para
crear objetos que cambian de forma en respuesta al calor o la luz. El material
podría incluso ser alterado para transportar corriente eléctrica.
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