Según
ha indicado la compañía en un comunicado a la CNMV, "esta
operación de saneamiento se engloba dentro de su plan estratégico
para fortalecer sus negocios prioritarios y permitirá a Eroski a
mejorar". En principio, la operación contempla el mantenimiento
de todos los puestos de trabajo, ya que serán subrogadas las condiciones
laborales de los trabajadores. Los empleados que estén en régimen
de cooperativistas pasarán al régimen general (en las tiendas
Eroski hay cooperativistas y empleados laborales). La valoración
media de los supermercados ha sido de 5,7 millones de euros. De los 53
hipermercados con que queda la empresa, la mitad seguirán localizados
en las zonas de carácter no estratégico (centro, sur y este).
Las tiendas
incluidas en esta operación son los hipermercados de Algeciras,
Antequera, Ceuta, Fuengirola, Roquetas de Mar y Vélez-Málaga,
en la región sur. En el arco mediterráneo, los centros de
Águilas, Amposta, Cornellá, Cullera, Denia, dos en Lorca,
Murcia, Ondara (un centro comercial cuyo espacio aledaño ya se vendió
en 2015), Orihuela, Sa Coma, San Javier, Sant Cugat, Santa Pola, Son Cotoner
y Terrasa. En la zona este, los hipermercados de Huesca y Jaca. En la cornisa
cantábrica, los centros de Lalín, Lugones, Mieres y Santander.
En la zona centro, los hipermercados de Albacete, Ciudad Real, Cuenca,
Logroño, Manzanares, Valladolid, Segovia y Zamora. La operación
implica también el traspaso de 22 gasolineras y 8 galerías
comerciales asociadas a estos establecimientos.
En el caso
de Murcia se desprende de centros emblemáticos, pero mantiene en
cartera su marca en Cartagena y Molina de Segura. La compañía
señala que seguirá estando presente con tiendas propias en
casi todas las comunidades autónomas. De los 53 hipermercados con
que queda la empresa, la mitad seguirán localizados en las zonas
de carácter no estratégico (centro, sur y este).
El objetivo
de este plan de desinversión, exigido por la banca acreedora de
Eroski como contrapartida por refinanciarle su deuda desde finales de 2013,
es recuperar la rentabilidad erosionada en los últimos años
por la cooperativa vasca. Se le otorgaron dos años para vender activos
por valor de 300 millones de euros, lo cual obligaba a Eroski a no cejar
en su empeño de vender. Pero con las características de sus
hipermercados (grandes superficies con más de 3.000 o 4.000 metros
cuadrados), los potenciales compradores se reducían prácticamente
a dos en España y los dos franceses: Carrefour y Alcampo. Estos
primeros sonaron desde el principio como candidatos a la compra, dado su
interés por crecer en cuota de mercado, donde ahora mismo ocupan
la tercera posición tras Mercadona y DIA.
"La salida
de este lote de tiendas da por concluidas las operaciones de desinversión
de Grupo Eroski en su red comercial de distribución alimentaria,
y en lo sucesivo, la gestión de la red incluirá aperturas,
cierres o remodelaciones de tiendas, inherentes a la gestión habitual
de una red comercial", ha avanzado la empresa.
La empresa
vasca va a seguir abriendo tiendas, pero está enfocando su negocio
más hacia el modelo de la franquicia. "En próximos ejercicios
se llevarán a cabo nuevas aperturas de tiendas propias y franquiciadas,
así como la remodelación de parte de la red actual al modelo
comercial “contigo” que actualmente está aportando crecimientos
en torno al 7% en ventas, lo que permitirá neutralizar la salida
de este lote de hipermercados del Grupo Eroski, que supone un 8,5% de las
ventas. Si se incluyen las ventas de combustible en las gasolineras, la
operación supone el 10,9% de las ventas", ha señalado.
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