La nueva propuesta
de la cooperativa Metropolitan para la edificación sobre las antiguas
cocheras de Metro en Cuatro Caminos incumple el Plan General de Ordenación
Urbana, según el Ayuntamiento de Madrid.
En un comunicado,
el Ayuntamiento ha explicado que ha comunicado esta decisión en
una reunión celebrada con la Sociedad Cooperativa Metropolitan
y Metro de Madrid
"Una vez estudiada
por los servicios técnicos la citada propuesta alternativa presentada
al Ayuntamiento por ambas entidades, los servicios técnicos municipales
han determinado que nueva propuesta no resuelve las deficiencias ya detectadas
en la propuesta anterior", señala el Ayuntamiento en la nota de
prensa.
El Ayuntamiento
sostiene que "las cocheras incumplen la condición de situarse bajo
rasante y la de ofrecer la máxima permeabilidad peatonal entre el
parque y las calles perimetrales, condición expresamente establecida
por el Plan General".
La nueva propuesta
-prosigue el Ayuntamiento- "haría que la zona verde planteada estuviera
casi hasta a 6 metros de altura respecto al nivel de calle".
Esta reunión
con el consejo rector de la cooperativa Metropolitan se ha producido unos
días antes de que ésta efectúe el pago de 23 millones
de euros a Metro de Madrid, previsto para el 17 de diciembre, como abono
de parte del precio del terreno donde se planea construir sus viviendas.
El proyecto
de la cooperativa Metropolitan supone la construcción de 443 viviendas,
un parque público que conectará la avenida de Pablo Iglesias
con la calle de Bravo Murillo así como la renovación de las
cocheras de Metro Madrid, que pasarían a estar soterradas.
EL JUICIO
La cooperativa
Metropolitan ha anunciado que interpondrá medidas legales
contra el Ayuntamiento tras desestimar su nueva propuesta para la edificación
sobre las antiguas cocheras de Metro de Madrid en Cuatro Caminos, ya que,
según el Ayuntamiento, también incumple el Plan General de
Ordenación Urbana.
El Ayuntamiento
sostiene que las cocheras no se sitúan bajo rasante, es decir, por
debajo de metro y medio, y la nueva propuesta "haría que la zona
verde planteada estuviera casi hasta a 6 metros de altura respecto al nivel
de calle".
La portavoz
de los cooperativistas ha asegurado que "es inviable bajar cuatro metros
las cocheras" como pretende el Ayuntamiento y que las exigencias municipales
"son tales para que el proyecto no salga".
La reunión
de los técnicos del Ayuntamiento con Metro y el consejo rector de
Metropolitan se ha celebrado días antes de que la cooperativa efectuara
el pago de 23 millones de euros a Metro de Madrid, previsto para el 17
de diciembre, como abono de parte del precio del terreno donde se planea
construir 443 viviendas.
Tras la decisión
del Ayuntamiento, esperan que Comunidad de Madrid les apoye y posponga
el pago "que supone el desembolso de 60.000 euros por familia", según
la portavoz.
El pasado mes
de octubre se presentó esta nueva propuesta con los nuevos requerimientos
del Ayuntamiento de rebajar la infraestructura un metro más la cota
técnica, y situarla en 707 metros, pero las nuevas peticiones establecen
ahora que Metro debe bajarla "cuatro metros más adicionales".
Según
del Río, "esto derivaría en que gran parte del perímetro
del parque público quedaría hundido en hasta tres metros
por debajo de las calles colindantes".
Desde la cooperativa
denuncian que presentar un nuevo proyecto es "imposible" y que llevan más
de dos años tratando de cumplir con los requisitos municipales y
sólo han tenido "impedimentos" por parte de la Administración.
El proyecto
de Metropolitan prevé la construcción de 443 viviendas sobre
las cocheras de Cuatro Caminos, un parque público que conectará
la avenida de Pablo Iglesias con la calle de Bravo Murillo así como
la renovación de las cocheras de Metro Madrid, que pasarían
a estar soterradas.
DESESTIMACIÓN
El Ayuntamiento
de Madrid ha señalado que los cambios propuestos al proyecto urbanístico
de la cooperativa Metropolitan en las antiguas cocheras de Cuatro Caminos
"incumplen nuevamente" lo dispuesto en el Plan General de Ordenación
Urbana (PGOU) y no podrá obtener el permiso municipal.
En un comunicado,
el Ayuantamiento explica que la nueva propuesta "no resuelve las deficiencias
detectadas" en el proyecto anterior. El Ayuantamiento ha comunicado esta
decisión tanto a los cooperativistas como a Metro de Madrid.
El Ayuntamiento,
una vez estudiada la propuesta alternativa, cree que las cocheras "incumplen
la condición de situarse bajo rasante y la de ofrecer la máxima
permeabilidad peatonal entre el parque y las calles perimetrales", condición
"expresamente establecida" por el Plan General de Ordenación Urbana.
Recuerda que
la nueva propuesta plantea rebajar en un metro la cota de la cara superior
del forjado de techo de las Cocheras respecto al proyecto presentado en
el mes de mayo y que sobresalía entre tres y siete metros sobre
el nivel de calle. También plantea suprimir la prolongación
de la calle Esquilache ampliando la zona verde prevista.
Según
la citada propuesta, en los frentes de las Cocheras, la cara superior del
forjado de techo se situaría a una distancia inferior a 150 centímetros
respecto de la rasante de la acera o terreno en contacto con la edificación,
sólo en los frentes a Reina Victoria y en el tramo norte de la calle
Esquilache.
Para los demás
tramos del perímetro, esa distancia es superior a 150 centímetros,
llegando a casi cinco metros, lo que sumado a la capa vegetal "necesaria
para garantizar un mínimo de condiciones de vegetación de
la zona verde", haría que la zona verde planteada estuviera casi
hasta a 6 metros de altura respecto al nivel de calle.
ANTECEDENTES
20 DE MAYO DE 2016
NOTICIA
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EL SOTERRAMIENTO
DE LAS COCHERAS DE METRO EN CUATRO CAMINOS (MADRID)
¿Qué
aprendo?
Se analiza
en la guía práctica inmoley.com de planes parciales y en
la guía del urbanismo de Madrid. El plan parcial de las cocheras
del metro de Cuatro Caminos tendrá que se reformado debido a la
obligación de soterrar las nuevas cocheras para eliminar esa diferencia
de altura entre la cubierta vegetal y las calles circundantes. El Ayuntamiento
de Madrid ha rechazado proyecto del grupo Ibosa para levantar una urbanización
con 443 pisos (67 de ellos protegidos), dos edificios y una torre de 25
plantas en el distrito de Chamberí sobre el solar de las viejas
cocheras de Metro en Cuatro Caminos, una de las parcelas más codiciadas
de la capital. El Gobierno que preside Manuela Carmena sostiene que el
ambicioso proyecto Metropolitan Residencial incumple el Plan General de
Ordenación Urbano e insta a la promotora inmobiliaria a modificarlo.
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prácticas
La propia
alcaldesa, Manuela Carmena, y el concejal delegado de Desarrollo Urbano
Sostenible, José Manuel Calvo, y el del distrito de Chamberí,
Jorge García Castaño, se reunieron con los compradores de
las viviendas y les transmitieron que el proyecto debe ser modificado para
hacerlo compatible con la normativa urbanístico. La polémica
ha llegado a la comisión de Urbanismo del Ayuntamiento donde el
edil del PP José Luis Martínez Almeida acusó
al grupo de Gobierno de urdir "cualquier salida para que las 443 familias
cooperativistas no tuviesen su vivienda".
El Plan
Parcial presentado por los promotores de la urbanización, obvia,
según los técnicos municipales, la obligación de "eliminar
en superficie las cocheras e instalaciones de Metro y de soterrar todas
esas instalaciones". Según el Gobierno Municipal, "el origen de
este incumplimiento del Plan General se relaciona con la negativa de la
Compañía Metro a modificar la rasante de las cocheras argumentando
que se imposibilitaría el acceso a las mismas por el túnel
que existe bajo la calle Reina Victoria". Así que el Ayuntamiento
exige que se redacte un nuevo proyecto adaptado a la normativa urbanística.
Según
el Ayuntamiento, la modificación urbanística impulsada por
el anterior gobierno municipal (Partido Popular) y el proyecto de urbanización
“se apartan de los objetivos y condiciones” del Plan General de Ordenación
Urbana para esta actuación. El PGOU se refiere a esta “transformación
urbana como resultado de la eliminación en superficie de las cocheras
e instalaciones infraestructurales de metro y el soterramiento de todas
esas instalaciones”.
Pero, según
el gobierno municipal, el proyecto actual mantiene las cocheras “en su
cota actual”, proyectando sobre ellas una zona verde a entre tres y siete
metros por encima del nivel de las calles circundantes, que quedarían
separadas por un muro de hasta seis metros de esa cubierta vegetal. El
Ayuntamiento culpa a Metro de Madrid (que depende del Gobierno regional,
del Partido Popular) de este “incumplimiento”, por su “negativa a modificar
la rasante de las cocheras argumentando que se imposibilitaría el
acceso a las mismas por el túnel actual”.
El proyecto
queda ahora a expensas de negociar una alternativa que, según el
concejal de Desarrollo Urbano Sostenible, José Manuel Calvo, pasa
por soterrar las nuevas cocheras para eliminar esa diferencia de altura
entre la cubierta vegetal y las calles circundantes. “Es complejo, hay
que ir de la mano de Metro, pero hay alternativas”, ha señalado
esta mañana Calvo. Queda por encajar además un último
elemento, la protección de las antiguas cocheras instada por la
Asamblea regional a iniciativa de la asociación Madrid Ciudadanía
y Patrimonio y la plataforma Salvemos Cuatro Caminos.
La inmobiliaria
Ibosa compró el solar de las cocheras en noviembre de 2014 al presentar
una oferta de 88,3 millones de euros en la subasta organizada por Metro
de Madrid. Se trata de un terreno de 40.000 metros cuadrados entre las
calles de Pablo Iglesias y Bravo Murillo y la avenida de Reina Victoria.
Sobre ese suelo, Ibosa proyectó la construcción de tres edificios
residenciales (incluida una torre de 25 plantas), otro de oficinas y otro
para la Administración. Se diseñó además una
cubierta vegetal de 14.000 metros cuadrados para cubrir las nuevas cocheras
de Metro.
Residencial
Metropolitan se presentó oficialmente al concurso para hacerse con
el suelo en 2014 como una cooperativa integrada por 443 socios. Y ganó
la adjudicación frente a la constructora Pryconsa. Pero detrás
de la megaurbanización, como sucede en otras cooperativas de este
tipo, está el grupo inmobiliario Ibosa, que en los papeles aparece
como mero gestor de la sociedad y que cobra por ese servicio 17 millones
de euros,
Ibosa fue
la empresa que puso a la venta los pisos, mediante ese régimen de
cooperativa durante el mes de julio de 2014 -tal y como figura en la publicidad
insertada entonces en distintos medios de comunicación-, cuatro
meses antes de que Metro de Madrid le adjudicase el terreno. Ese trámite
se completó el 27 de noviembre de 2014. Tres semanas más
tarde, el 17 de diciembre, se cerró la compra de la parcela. Año
y medio después, el proyecto está pendiente y deberá
ser el grupo Ibosa, el que presente un diseño alternativo que cumpla
con las exigencias del planeamiento urbanístico de Madrid.
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