Los planes
de la banca pasan por trasladar alrededor de 4.000 viviendas a Testa, que
las destinará al alquiler.
La decisión
de estas tres entidades de traspasar los inmuebles está motivada
por la necesidad de reducir su exposición inobiliaria, acelerada
tras la circular de octubre del Banco de España que presiona al
alza las provisiones por la carga inmobiliaria. Y además porque
permite a los bancos seguir una estrategia de diversificación, trasladando
los distintos tipos de inmuebles a varias empresas, en este caso, a un
gestor especialista en alquiler que tras la aportación controlará
alrededor de 9.500 viviendas.
BBVA es la
entidad que más activos aporta a la ampliación de capital,
alcanzando alrededor de 400 millones. Por su parte, Santander, trasladará
activos en el entorno de los 350 millones y, por su parte, Popular solo
destinará inmuebles por 20 millones.
Tras esta ampliación
no dineraria, el reparto accionarial cambiará significativamente.
Santander mantendrá una posición similar, alrededor de un
45%, y el que verá impulsada su participación será
BBVA, que previsiblemente pasará de un 15% a un 35%. Incluso alguna
de las fuentes conocedoras de la operación indica que podría
prácticamente igualar al banco presidido por Ana Patricia Botín
cuando se termine de evaluar las carteras propuestas por las entidades.
Por su parte, Popular perderá ligeramente su cuota y se quedará
en un 5%.
Tras la ampliación,
el capital de Testa se incrementará casi en un 80%, pasando de los
1.050 millones actuales a los más de 1.800 millones a partir de
enero. Para la tasación de los activos, se ha elegido a la sociedad
Valtecnic.
Los inmuebles
que serán incluidos en esta operación deben contar con ciertas
características, como que los bancos sean propietarios al menos
el 50% de cada bloque de pisos para facilitar la gestión del alquiler.
Las viviendas
proceden en su mayoría de los antiguos fondos de estas entidades:
Banif, de Santander, y BBVA Propiedad, aunque en parte también provienen
de adjudicaciones.
|