Se trata de
materiales que se pueden organizar y montar ellos mismos. Esto es lo que
está pasando en el Massachusetts Institute of Technology (MIT),
donde "la impresión 4D" está redefiniendo lo que un material
puede y no puede ser.

El camino inteligente
es crear los procesos dentro de los materiales. Por ejemplo, actualmente
se trabaja a nivel de laboratorio con tuberías que se expanden y
contraen de forma directamente proporcional al flujo de agua.
Y luego están
los nuevos materiales, como el grafeno que es 200 veces más
fuerte que el acero.
MATERIALES
DE AUTOENSAMBLAJE
Se trata de
materiales programables, que es donde los materiales se transforman a sí
mismos en formas pre-programados.
Los materiales
como virutas de madera o residuos de madera, plástico o metal se
imprimen con patrones específicos. Se añade una energía
- por ejemplo, la humedad de la madera, la temperatura para el metal -
y el material se comporta de una manera predecible para crear una forma
predecible.
El impacto
en la industria de la construcción podría ser enorme.
El uso de la
tecnología de autoensamblaje en la construcción aún
está a años de distancia. Lo que es mucho más real
es el uso de materiales programables.
La investigación
en este campo es aplicable a cualquier industria que quieran hacer cosas
inteligentes (zapatos, coches inteligentes, aviones inteligentes, y los
materiales de construcción inteligentes son posibles).
Por la impresión,
o por cualquier otro proceso industrial como unión o tejido, los
investigadores pueden crear un material con una forma particular que puede
ser transformado cuando se activa por la energía.
Por desgracia,
el sector de la infraestructura y la construcción no tiene la misma
financiación o incentivos para innovar como el resto de las industrias
como la biomédica, la aviación, la industria aeroespacial,
etc.
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