«Se
considera que dichos proyectos [más de 120.000 metros] superan la
capacidad de acogida del territorio, al ser sus efectos negativos con carácter
medioambiental, social, territorial y sobre las infraestructuras difícilmente
mitigables e incompatibles con el modelo de desarrollo propuesto por el
Plan», reza el texto.
Sería
una especie de segunda prohibición ante macropoyectos de este tipo.
Como ya informó este diario, el Patsecova introduce también
la figura de «áreas comercialmente saturadas», que podrá
aplicarse a zonas donde «el incremento del número de actividades
comerciales pueda provocar» efectos como: poner en riesgo el patrimonio
histórico, cultural o medioambiental de una zona; o cuando provoque
«sobrecargas recurrentes en los viales de acceso», causando
problemas de seguridad y riesgos ambientales.
EL PLAN INCLUYE
LA DECLARACIÓN DE «ÁREAS COMERCIALMENTE SATURADAS».
El artículo
33 del Patsecova regula esa figura. Concretamente, se podrá declarar
una zona saturada cuando «el incremento del número de actividades
comerciales pueda provocar» efectos como: poner en riesgo el patrimonio
histórico, cultural o medioambiental de una zona; o cuando provoque
«sobrecargas recurrentes en los viales de acceso», causando
problemas de seguridad y riesgos ambientales.
Otro factor
para la declaración de saturación es la de «demandas
de aparcamiento inasumibles por la infraestructura existente»; o
«sobrepasar reiteradamente los niveles máximos establecidos»
en cuanto a emisiones contaminantes a la atmósfera, niveles de ruido
o contaminación lumínica. Es motivo de saturación
el «sobrepasar la capacidad de suministro de servicios de agua o
electricidad con las infraestructuras actuales» o generar «situaciones
de emergencia o riesgos para la seguridad de personas, fauna silvestre
y bienes».
De alguna forma,
son todos argumentos que ya ha esgrimido la Comisión de Evaluación
Ambiental de la Conselleria de Medio Ambiente para frenar en el último
instante este proyecto. El peligro del suministro de agua; la contaminación
atmosférica por el incremento esperado del tráfico (9 millones
de desplazamientos en coche al año); la contaminación acústica;
la afectación a la flora, o la ocupación de suelo no urbanizable,
aparecen reseñados en el informe ambiental desfavorable. A partir
de ahora, alegando estos peligros podrá declarase una zona saturada
de modo que no se permitirá ni siquiera la tramitación de
un proyecto.
El plan crea
una división en el territorio autonómico en quince áreas
funcionales, algo así como unas demarcaciones supracomarcales que
se convierten en las unidades de referencia para la ordenación,
gestión y aplicación de las propuestas. Cada área
tendrán un plan quinquenal que se irá elaborando con el sector.
Y dentro de esas quince áreas funcionales se podrán catalogar
áreas de expansión comercial, áreas saturadas, de
regeneración, de reserva de suelo, o centros históricos comerciales,
entre otras fórmulas.
CENTROS COMERCIALES
La Comunidad
tiene hoy 60 centros comerciales, que acumulan 1,85 millones de metros
cuadrados de espacio comercial. Son 372 metros cuadrados por mil habitantes,
por encima de los 325 metros de situación teórica de saturación,
según la consultora Aguirre Newman.
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