ANTECEDENTES
27/10/2016
La Concejalía
de Urbanismo del Ayuntamiento de Alicante está ultimando las conclusiones
del expediente de denuncia que interpuso el Servicio de Control Urbanístico
y Ambiental a la empresa Aligestión (controlada por el empresario
Enrique Ortiz) por las obras realizadas en el estadio Rico Pérez
y que, según fuentes municipales, podrían no ajustarse a
la licencia otorgada en 2010 para su rehabilitación. En concreto,
la lupa de Urbanismo se centra en el compromiso de Aligestión, propietaria
del inmueble, de invertir 4,3 millones de euros en la reforma del estadio
que se adquirió al Ayuntamiento en el año 2007. Fue esta
sociedad quien lo adquirió en lugar del Hércules (también
propiedad de Enrique Ortiz) porque el club arrastraba una deuda con el
Ayuntamiento desde los años 90 que nunca se llegó a pagar.
El precio de venta fue de unos siete millones de euros, pero con el compromiso
de someterlo a un lavado de cara integral. No era para menos: un informe
del arquitecto Florentino Regalado (de la Universidad de Alicante) alertada
de que existían deficiencias hasta en la estructura del Rico Pérez.De
hecho, Aligestión presentó un proyecto de rehabilitación
de 7,7 millones, es decir, 3,4 por encima de lo planteado inicialmente.
Y aquí viene el problema: los números no cuadran. En teoría
este exceso en el precio se justificó con «la ejecución
de un nuevo palco VIP y en la adaptación del estadio a una nueva
categoría por el ascenso del Hércules a Primera División
en 2010». Sin embargo, y según el Servicio de Gestión
y Urbanización, parte de las obras declaradas en el proyecto de
fin de obra «no coinciden con las incluidas en el proyecto que obtuvo
licencia en 2010».
Para aclarar
este punto el concejal de Urbanismo, Miguel Ángel Pavón,
ha reclamado a Aligestión varias reuniones «sin que nunca
se haya producido una respuesta». La última vez que hubo un
intento de comunicación fue el 9 de marzo, cuando se envió
un escrito informando de que se concedía a la sociedad un plazo
de dos meses para aportar «documentación de la que carece
el proyecto de fin de obra, como memoria y planos, mediciones, plan de
control de calidad de la obra, presupuesto detallado, precios contradictorios
o un reportaje fotográfico de las obras ejecutadas».
MARZO 2016
El Servicio
de Control Urbanístico y Ambiental de la Concejalía de Urbanismo
ha abierto a Aligestión Integral S.L. (empresa dueña del
Rico Pérez) un expediente de denuncia por las obras realizadas en
el Rico Pérez que no se ajustan a la licencia otorgada en 2010 para
la reparación y reforma del estadio.
Se trata
de obras que exceden de las que Aligestión estaba obligada a ejecutar
como adjudicataria del contrato de enajenación del estadio y que
se realizaron amparadas por un proyecto de fin de obra que incluyó
numerosas nuevas unidades de obra no previstas en el proyecto inicial que
elevaron el coste final de las obras hasta los 7,7 millones frente a los
4,3 millones de las obras ejecutadas por obligación contractual.
Muchas de
esas nuevas unidades se justifican en la ejecución de un nuevo palco
VIP y en la adaptación del estadio a una nueva categoría
por el ascenso del Hércules a primera división en 2010. El
expediente abierto tiene su base en un informe realizado por el Servicio
de Gestión y Urbanización de la Concejalía de Urbanismo
que detecta que parte de las obras declaradas en el proyecto de fin de
obra no coinciden con las incluidas en el proyecto básico que obtuvo
licencia en 2010.
El vicealcalde
y concejal de Urbanismo, Miguel Ángel Pavón ha explicado
que se ha enviado a Aligestión, con fecha del pasado 9 de marzo,
un escrito mediante el que se concede a la mercantil un plazo de dos meses
para que aporte distinta documentación de la que carece el proyecto
de fin de obra, como memoria y planos, mediciones, plan de control de calidad
de la obra, presupuesto detallado, precios contradictorios o un reportaje
fotográfico de las obras ejecutadas. El pasado mes de diciembre,
añade el Concejal, «ya se remitieron desde Urbanismo sendos
escritos a Aligestión y al Hércules pidiendo esa misma documentación
al objeto de mantener una reunión técnica en el Ayuntamiento,
sin que hasta el momento hayamos obtenido respuesta alguna».
Ahora, continua
el edil, «reiteramos la petición, pero en el marco de un expediente
de denuncia en el que es necesario realizar un estudio más detallado
de la obra realmente ejecutada al objeto de proceder a legalizar las obras
que no se ajustan a la licencia de 2010». Una legalización
que conllevaría el pago del correspondiente ICIO (impuesto sobre
construcciones, instalaciones y obras), un 4% sobre el importe de las obras
realizadas sin IVA, que Aligestión pudiera haberse ahorrado. «Se
trata simplemente de aplicar la legalidad urbanística a una situación
irregular ante la que el Ayuntamiento tiene la obligación de abrir
expediente», concluye Miguel Ángel Pavón.
02/11/2015
El proyecto
de reforma y rehabilitación del estadio José Rico Pérez
de Alicante, utilizado por el Hércules en sus partidos como loca,
«no fue objeto de supervisión y aprobación municipal»,
según ha explicado el concejal de Urbanismo Miguel Ángel
Pavón.
Pavón
ha apuntado que se trata de un incumplimiento de las determinaciones del
anexo técnico del informe que en 2006 actualizó la valoración
del estadio para su enajenación, en el que se establecieron los
trabajos que como mínimo debía contemplar el proyecto a llevar
a cabo por la sociedad Aligestión cuando adquirió la instalación.
Una primera
valoración de los técnicos de Urbanismo en base a la documentación
que se ha encontrado en el expediente de las obras del estadio concluye
que el proyecto «no fue objeto de supervisión y aprobación
del departamento técnico asignado para tal fin, sino que únicamente
se tramitó su licencia de obra».
Además,
los técnicos reparan que en las certificaciones de las obras fechadas
en el verano de 2010 figura un capítulo referente al césped
del terreno de juego por valor de 636.281 euros -más de un veinte
por ciento del presupuesto de ejecución material de las obras- que,
en opinión de Pavón, «no debería formar parte
del proyecto».
En este
sentido, el edil de Urbanismo ha señalado que arreglar la hierba
del terreno de juego no se ajusta a ninguno de los capítulos enumerados
en el anexo técnico de 2006.
Pavón
ha destacado que los técnicos califican de «confusas en lo
que respecta a lo certificado para cada una de las unidades» las
certificaciones aportadas por Aligestión para la devolución
del aval de 4,2 millones que la mercantil tuvo que depositar.
Según
el concejal, no concuerdan en numerosas partidas el contenido de las líneas
de medición con el total certificado para esa partida.
La valoración
técnica de la documentación de la reforma también
destaca que en 2011 no se llegó a tramitar un escrito del entonces
gerente de Urbanismo, Enrique Sanús, instando a Aligestión
a solicitar la declaración responsable de ocupación en el
marco de la devolución de la fianza.
Además,
según Pavón, «no se tiene constancia de una supervisión
técnica municipal durante la ejecución de las obras».
A través
de un comunicado oficial de Urbanismo, se apunta que todavía no
se han localizado en las dependencias municipales ni el proyecto inicial
que obtuvo licencia en 2010 ni el proyecto de fin de obra de rehabilitación
y remodelación del estadio.
Pavón
ha advertido que la primera valoración técnica municipal
«es más que preocupante y denota que el proyecto no fue fiscalizado
por la entonces gerencia de Urbanismo» de acuerdo a lo establecido
en el anexo técnico que en 2006 acompañó el informe
de valoración del estadio.