Este vecindario
está señalado por el ayuntamiento como uno de los que necesita
más ayudas a la rehabilitación de toda la ciudad y se ha
desarrollado una estrategia de recuperación urbana muy potente para
la zona, que pasa por acceder a numerosos paquetes de ayudas. Además
de incluirlo dentro de las Áreas de Rehabilitación Integral
que cofinancia el Consistorio con la Comunidad de Madrid y el Estado, el
barrio se ha convertido en Área Preferente de Impulso a la Regeneración
Urbana (Apiru), incluido dentro del Plan Madrid Recupera (MAD-Re).
Además,
recibirá en 2017 todos los recursos del Fondo de Reequilibrio Territorial
del distrito de Barajas para 2017, que incluirán la construcción
de vivienda social y una urbanización digna de la zona.
Pero hay un
problema y es que parte del barrio está sin recepcionar por parte
del Ayuntamiento y carece de planeamiento. Esto implica que, al no pertenecer
a la ciudad teóricamente, no tiene derecho a gozar de sus servicios
ni de programas urbanísticos. Es decir, que si no hay un planeamiento
antes del 31 de diciembre, todo este programa de ayudas, se perdería,
al menos, durante otro año.
La solución
municipal ha sido aprobar inicialmente un plan parcial de reforma interior
para ordenar el ámbito para acelerar los trámites y que la
rehabilitación urbanística se realice en 2017.
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