1. El promotor
lidera el proyecto de construcción asistido por un Construction
Manager.
En el sistema
tradicional de constructora única, el Promotor pierde totalmente
el protagonismo en la fase de construcción, e incluso llega a encontrarse
en un estado de “indefensión” frente al constructor único,
pudiendo llegar a graves conflictos entre ambas partes.
Con el sistema
de Construction Management, el Promotor recupera su liderazgo y capacidad
de decisión, bajo el consejo del Construction Manager y la Dirección
Facultativa.
2. Flexibilidad
de un Precio Máximo Garantizado (PMG) y ventaja de un “Llave en
mano”.
El precio máximo
que podrá alcanzar la obra queda establecido desde el inicio del
proceso.
Se establece
un límite superior de coste de ejecución. El sobrecoste lo
asume la empresa de Construction Management.
El menor coste
generará un ahorro a partes iguales entre el Promotor y el Construction
Manager, salvo en pequeñas y medianas reformas, que la totalidad
del ahorro recae sobre el Promotor.
Mediante la
contratación tradicional, el constructor único trata de conseguir
los beneficios económicos a través de los nuevos presupuestos
inflados de las partidas que consigue incluir en el contrato o que aparecen
a propuesta del Promotor.
3. Ahorro
de entre un 5% a un 15% del coste de construcción.
Hay una disminución
del coste de la obra, de entre el 5% y el 15% con respecto al sistema tradicional
de constructora única, al eliminar el beneficio industrial del constructor
sobre los beneficios de las subcontratas, y parte de los gastos generales
de empresa.
4. Reparto
del riesgo entre el Construction Manager y múltiples contratistas.
Transferencia
de responsabilidad legal al Construction Manager, que la comparte con la
Dirección Facultativa y los Contratistas.
Disminución
de riesgos al contratar directamente a un gran número de agentes
constructores (uno por cada lote de compra) en lugar de a un solo Agente
Constructor (contratista principal y único) con el riesgo que de
que incurra en un concurso de acreedores
El incumplimiento
del contrato por parte de la constructora principal y única, siempre
conlleva consecuencias enormes, y evidentemente mayores a las ocasionadas
por el incumplimiento de una empresa que ha contratado uno sólo
de los lotes de compra. De esta forma se reducen enormemente los riesgos
de la contratación de constructores.
5. Se evita
la subcontratación.
Reducción
máxima del nivel de subcontratación de empresas, disminuyendo
la siniestralidad y aumentando la calidad de ejecución de la obra,
además de mayor transparencia en los pagos a las subcontratas.
6. Transparencia
en pagos a proveedores.
Total transparencia
en los pagos a proveedores, al realizarlos directamente el promotor a través
de la conformidad del Construction Manager y de la dirección facultativa
de la obra, evitando totalmente los impagos a subcontratas por parte del
constructor único.
7. Mayor
cualificación profesional.
Gestión
de la contratación y ejecución de la obra por personal altamente
cualificado, ligado únicamente al promotor y a la Dirección
Facultativa, y no a la constructora principal como ocurre con el sistema
tradicional.
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