En octubre
del 2015, el Banco de España publicaba en su boletín económico
que "el mercado inmobiliario español apunta a una incipiente estabilización",
pero, también que hay que poner en cuarentena "la fortaleza de esa
recuperación", debido al todavía elevado endeudamiento de
las familias, la alta tasa de paro –"especialmente entre los individuos
que se encuentran en edad de formar un hogar", apunta el supervisor- y
un abultado de stock existente de inmuebles sin vender, que "podrían
limitar la recuperación del sector en el corto plazo". Advertía
el Banco de España de que vamos a una contracción de la población
del 2,2 %, por un descenso de los extranjeros de un 36,7 %, que se compensaría
parcialmente por el aumento del número de nacionales en un 1,6 %,
no por un inesperado aumento de la natalidad, sino por la adquisición
de la nacionalidad española por parte de extranjeros. La caída
de la población llevaría a una creación neta anual
de hogares de poco más de 60.000 unidades, y que, en el mejor de
los casos –con una evolución económica que permitiera nuevas
entradas de inmigrantes–, podría multiplicarse por cuatro, hasta
el entorno de los 240.000 hogares. Con estos márgenes de creación
de hogares, el Banco de España se preguntaba en su análisis
sobre cuántas viviendas serán necesarias construir. Y plantea
que, en el supuesto de que solo se empezará a construir cuando el
stock desaparezca en su totalidad, serían necesarias entre 40.000
y 200.000 unidades al año.
No obstante,
el supervisor hace el ejercicio de no resultar tan inflexible con estos
datos, al entender que, al existir parte de ese excedente que no se venderá
jamás por no contar con demanda alguna, al final esas necesidades
de vivienda estarían en una horquilla de entre 55.000 y 220.000
unidades.
CATALUÑA
La Generalitat
prevé la creación de 400.000 nuevos hogares en Cataluña
de aquí al año 2030 y que será necesaria la construcción
de hasta 190.000 nuevas viviendas.
Los datos,
extraídos de los trabajos preliminares de redacción del Plan
Territorial Sectorial de la Vivienda, los ha hecho públicos el secretario
de Vivienda y Mejora Urbana del Govern, Carles Sala. Sala ha destacado
que si se tienen que formar 400.000 nuevos hogares en la comunidad en los
próximos quince años, como indican las previsiones, habrá
que poner el foco de atención, especialmente, en el ámbito
de la rehabilitación.
En cualquier
caso, el secretario de Vivienda ha apuntado que la necesidad de vivienda
y la consiguiente recuperación de la actividad de la nueva construcción
residencial no será igual en todo el territorio y que las comarcas
en las que se prevé una mayor intensidad de edificación son
el Barcelonès, Vallès Occidental, Baix Llobregat, Vallès
Oriental, Maresme, Segrià, Tarragonès, Selva, Baix Camp y
Gironès.
Sólo
en la provincia de Barcelona, los promotores prevén iniciar este
año unas 10.000 nuevas viviendas, un 66 % más que en 2015,
lo que demuestra el cambio de tendencia que vive el sector, después
de ocho años de crisis.
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