Sin embargo,
"y dada la trascendencia del asunto", el Consistorio decidió abrir
un segundo proceso, en el que sí se han registrado alegaciones "no
de los grupos municipales sino de comunidades de propietarios, de una industria
y de varias asociaciones".
En este sentido,
ha apuntado que es un texto que "intenta, por un lado, mejorar la calidad
de vida de los ciudadanos, y, por otro, resolver conflictos por ruido continuado
en varias zonas". En concreto, hasta 43 zonas "han sido objeto de revisión,
allí donde la calidad de vida podría verse amenazada por
el ruido".
El portavoz
municipal ha detallado que algunas de las alegaciones recibidas han venido
por parte de dos comunidades de propietarios, ubicadas en Avenida de Madrid-Avenida
de la Sierra y en Lope de Vega, con el objetivo de acudir a Fomento para
que la LO-20 no provoque conflictos acústicos; y otra, de Logroño
sin Ruidos, para abordar el tema del ocio nocturno.
En ambos casos,
como ha señalado Miguel Sáinz, se ha considerado que "no
es el momento para incluir estas alegaciones", que sí se tendrán
en cuenta, ha afirmado, a la hora de elaborar el Plan contra el Ruido,
especialmente la relacionada con el ruido derivado del ocio nocturno.
En cuanto a
la alegación presentada por la industria, una mercantil con sede
en Varea, no se ha incluido al estar pendiente de una resolución
judicial por otro tema urbanístico.
Del total de
43 zonas, 12 son residenciales, y, dentro de ellas, hay zonas verdes y
jardines, así como áreas dedicadas a la práctica deportiva.
Otros 12 sectores
son industriales; dos, comerciales; otros dos, de uso sanitario y docente,
"afectados por mucho tráfico"; y 15 más, infraestructuras
viarias y de ferrocarril "que podrían ser susceptibles de provocar
desajustes acústicos".
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