Según
Isabel Pérez, concejala de Urbanismo, el PGOU de 1986 permite un
funcionamiento "normal": "Todo lo que esté acorde al plan del 86
se puede seguir tramitando, dando licencia o elaborando cualquier instrumento
de planeamiento que necesite para realizarse". Alfonso Peralta fue el redactor
de ese plan. Explica en un correo electrónico que puede aplicarse
"de manera directa" en todo aquello en lo que no contravenga a la actual
Ley de Ordenación Urbanística, pero para los demás
casos sería necesaria "alguna forma de adaptación", en la
que trabajan los técnicos municipales y autonómicos.
Sin embargo
Manuel González Fustegueras, redactor del PGOU de 2010 anulado por
el Tribunal Supremo, cree que el funcionamiento bajo el plan de 1986 es
más complicado. "No se puede funcionar con ese plan. Fue el plan
maltratado sobre el que se dieron de forma ilegal miles de viviendas. Podrá
servir algo en suelo urbano consolidado y poco más". Según
Fustegueras, el documento está "obsoleto". "Quien dice que es adaptable
no conoce la realidad de Marbella", zanja.
El Ayuntamiento
está analizando dos opciones transitorias hasta la aprobación
de un nuevo plan: elaborar normas sustantivas (siguiendo la única
experiencia de Chiclana, con unas 13.000 las viviendas irregulares) o adaptar
el antiguo plan a las leyes aprobadas desde 1986. Esta es la opción
más probable, según las fuentes consultadas.
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